Patxi Puñal no tiene límites. Sus números van camino de romper todas las marcas y dejar atrás trayectorias de leyendas vivas del club como Echeverría, Castañeda o Bustingorri. De momento, este domingo en Cornellá ya va a igualar la cifra del central madrileño, que acumuló 350 partidos en Primera en la década de los ochenta.

El mérito no sólo está en haber llegado hasta ahí, sino que, vista la participación que el uhartearra sigue teniendo en el equipo, se antoja que ese número se verá sensiblemente incrementado, por lo que puede dejar un récord de presencias en la máxima categoría de difícil superación en el inmediato futuro de la escuadra navarra.

Y eso que a la hora de acumular méritos estadísticos, el capitán rojillo siempre ha tenido en su contra la falta de precocidad. No en vano, Puñal comenzó su singladura en Primera a una edad ya un tanto tardía -26 años-, a diferencia de otras promesas surgidas de la cantera osasunista. De no ser por ese hándicap, a buen seguro que sus números hace tiempo que serían inalcanzables.

Para compensarlo, al centrocampista casi siempre le han respetado las lesiones -apenas ha sufrido algún que otro contratiempo en forma de lesiones musculares o esguinces-, lo que, combinado con su estricta profesionalidad y sacrificio, le han permitido estar siempre a un alto nivel competitivo y ser un fijo en el doble pivote.

La mejor demostración es que casi todas las temporadas se ha incorporado algún fichaje que le hiciera competencia en su puesto y siempre ha podido en la pugna por la titularidad. Todos los técnicos que le han dirigido -Lotina, Aguirre, Ziganda, Camacho y Mendilibar- han acabado por rendirse a sus prestaciones, basadas en el esfuerzo generoso sobre el césped y su liderazgo en el vestuario.

A por los 463 de Echeverría

Esta temporada, sin ir más lejos, está siendo una de las piezas indiscutibles en el once tipo del técnico de Zaldibar. Titular en las hasta ahora doce jornadas disputadas, Puñal es el futbolista de la plantilla que más minutos ha jugado -1.050- y con un bagaje de amonestaciones bastante menor al acostumbrado, sólo tres tarjetas amarillas.

Su compromiso con Osasuna finaliza el próximo 30 de junio, pero teniendo en cuenta ese dato demodelor de ser el hombre con el que más cuenta Mendilibar, a nadie debiera extrañar que renovase su contrato por más tiempo, con lo que agrandaría sus números.

Seguro que en su mente está la cifra de 463 encuentros oficiales que disputó José Manuel Echeverría, una marca que hace tiempo se antojaba prácticamente imposible de alcanzar, pero que, de seguir jugando a este nivel, Puñal la va a superar sin problemas.