Turquía justifica la injerencia en Siria para salvar su «integridad territorial»
El presidente turco, Abdullah Gül, ofreció ayer en Londres luz sobre algunas de las claves que han movido a Turquía a implicarse de lleno a favor de la oposición al que hasta hace meses era un fiel aliado. Y la cuestión kurda, «la integridad territorial», es una de las más decisivas.
GARA | LONDRES
El presidente turco, Abdullah Gül, constató que la situación de Siria «ha llegado a un punto de no retorno» y justificó la creciente injerencia de su país en la crisis vecina en la necesidad de garantizar un transición ordenada que asegure la integridad territorial, no sólo de Siria, sino del conjunto de estados de la convulsa región, en implícita referencia al problema kurdo.
Con motivo de un discurso ante un instituto de análisis sobre política internacional en Londres, Gül hizo suya la tesis oficial turca que da ya por amortizado al régimen sirio y alerta del riesgo de una guerra civil abierta.
Pero fue más allá y ofreció algunas claves para entender la creciente implicación turca en el affaire del Estado vecino. Así, destacó que el destino de Siria «afecta a toda la región. Si la lucha democrática del pueblo sirio se funda en criterios confesionales o étnicos, esto llevará a toda la región al caos y a un baño de sangre».
«La oposición en Siria debe reagrupar a todas las minoría étnicas y religiosas. Debe asegurar a todas las franjas de la población que la nueva administración, una vez que haya caído el régimen del Baath, no se librará a la discriminación y a la revancha», señaló Gül.
Como colofón, el presidente turco situó a Ankara como la potencia regional garante del statu quo actual. «No sólo por Siria, sino por toda la región, nosotros (los turcos) tenemos la responsabilidad de defender cueste lo que cueste la integridad territorial y la unidad política de los países de la zona».
Solución «arabo-árabe»
Argelia instó ayer a Siria a preservar las posibilidades de lograr una solución «arabo-árabe» del conflicto interno y evitar así una internacionalización de la crisis. Turquía, con su mayoría musulmana, no es un país árabe.«Argelia hace votos fervientes para que las autoridades sirias puedan (...) firmar el protocolo para el envío de observadores árabes a Siria», declaró el portavoz del Ministerio de Exteriores argelino, Amar Belani. Belani y el resto de jefes de la diplomacia de los regímenes de a Liga Árabe se reunen hoy en El Cairo para examinar la situación bajo presidencia de Qatar.
Informes contradictorios
Sobre el terreno, y según el recuento ofrecido por el opositor Observatorio sirio de Derechos Humanos, cuatro personas murieron ayer en la represión de las protestas en Hayalin, provincia de Hama, y en Homs, dos de los principales epicentros de la revuelta siria.
Testigos presenciales aseguraron que los dos muertos en Hayalin estaban acusados de apoyar con suministros al grupo armado Ejército Sirio Libre.
Los opositores Comités de Coordinación Local elevaron a nueve la cifra de muertos ayer.
La agencia oficial Sana incluyó a ocho militares entre las decenas de muertos del martes.
Los kurdos dentro de las fronteras de Siria (Kurdistán Occidental) son poco sospechosos de connivencia con el régimen de al-Assad. Desde la autoridad que les confiere su oposición secular, sorprende que no muestren excesivo entusiasmo en torno a la revuelta y, sobre todo, a su instrumentalización internacional.
Salih Muhammad, presidente del PYD, denuncia abiertamente el papel de Turquía que, asegura, habría recibido el encargo de la OTAN y de la llamada «comunidad internacional» para pilotar el establecimiento de regímenes islamistas moderados en la región, garantizándose así su apoyo para mantener a los kurdos (también los situados dentro de sus fronteras) sojuzgados.
Sobre el Consejo Nacional de Transición, el PYD y otras formaciones kurdas no lo reconocen y le acusan de seguir el diktat de Turquía y de Arabia Saudí. Frente a ello, Muhammad reivindica que la crisis sólo puede resolverse a través de una diálogo entre todos los grupos políticos y étnicos del país en igualdad de condiciones. Y, como paso previo, apuesta por una puesta en común del conjunto del pueblo kurdo ante las distintas estrategias que confluyen en el complejo escenario regional. GARA
Siria cuenta, como Turquía, con una importante y aplastada minoría kurda. Tiene además una estructura confesional abigarrada, con minorías chií (alewí), cristiana y drusa.
