Osasuna respondió a la paliza del Santiago Bernabéu con un partido tristón frente al Rayo. Algo que no sólo amortiguó considerablemente las ilusiones creadas con anterioridad sino que, en este mundo de vaivenes que es el fútbol, provocó que a más de uno le volviesen a asaltar las dudas.

No hay mejor manera de acallarlas que cuajando una buena actuación frente al Espanyol. Pero no es la única. O al menos así parece pensarlo Roland Lamah que, ante la incertidumbre, apuesta por un discurso ambicioso. Tanto como para que la palabra UEFA apareciera ayer en su comparecencia ante la prensa. «Somos un buen equipo y creo que podemos clasificarnos entre los diez primeros», aseguró el belga, que incluso fue un poquito más allá, convencido de que «un profesional siempre tiene que ser ambicioso y luchar por conseguir sus objetivos». Y, aunque no la catalogó como tal, sí incluyó entre sus ilusiones meterse en la pelea europea. «Si podemos jugar la UEFA, mejor. Y para ello vamos a darlo todo».

Tiempo hay como para planteárselo. Pero es evidente que Osasuna debe corregir defectos y mejorar sus números si quiere corresponder a las aspiraciones de su jugador. En el último quinquenio, los equipos que han acabado la temporada en la sexta plaza, la última -salvo alguna carambola como la de la temporada pasada- que concede billete continental, han zanjado los doce primeros encuentros con más puntos que los 15 que tiene ahora mismo la escuadra rojilla. Las dos cifras más bajas se han dado, casualmente, en las dos últimas campañas, cuando Athletic y Getafe tenían a estas alturas 16 y 18 puntos. Las cifras se disparan según se retrocede en el tiempo, llegando a los 20 e incluso a los 24 puntos. El propio Osasuna tenía 25 en la 12ª jornada de la temporada 05/06, cuando concluyó la Liga en la cuarta plaza.

Uno de los aspectos que deberá mejorar la escuadra navarra si quiere aspirar a acabar la campaña, no ya en la pomada europea, sino incluso logrando la permanencia con cierta holgura, pasa por su rendimiento a domicilio. De momento, aunque sin olvidar la entidad de buena parte de los rivales a los que ha visitado, los números no dan para demasiadas alegrías: seis partidos, tres derrotas, tres empates, cuatro goles a favor y 21 en contra.

Quizá por eso Lamah extiende a la cita de Cornellà su discurso ambicioso. «Vamos a ir a por los tres puntos. Vamos a dar lo mejor de nosotros», asegura.

Bajas

Un encuentro para el que la enfermería de Osasuna sigue a rebosar. La buena noticia, de hecho, se circunscribe a Roversio, que debería recibir el alta médica de aquí al fin de semana. El central, de hecho, lleva ya varios días ejercitándose e incluso pudo haber entrado en la última convocatoria, aunque, sin encontrarse al cien por cien, finalmente optó por aguardar una semana más antes de ponerse a disposición de José Luis Mendilibar. Salvo sorpresa, el técnico sí se lo podrá llevar a Barcelona

Ése estaba marcado también como el partido del regreso para Marc Bertrán, que se ha perdido los dos últimos encuentros por la microrrotura fibrilar que sufrió en el encuentro frente al Levante. Lo cierto es que el lateral sigue sin poder trabajar con el grupo, con lo que es probable que no pueda estar a disposición de Mendilibar hasta la próxima semana. Salvo sorpresa, su regreso coincidirá con el de Sergio que, como el propio Bertrán, Masoud y Etxaide, sigue trabajando por su cuenta.

Los que lo hacen con el primer equipo son Eneko Satrustegi y, al menos ayer, también Roberto Torres. El capitán del Promesas, máximo goleador del Grupo II de Segunda B con ocho goles -cinco de ellos de penalti, lo que le convierte en el mejor realizador de penas máximas de las tres principales categorías a nivel estatal- podría ser el próximo jugador del filial en debutar con Osasuna, tras la agridulce experiencia de su compañero en el Bernabéu.