Otoño de 1936, concretamente el 1 de diciembre. Aquel día comenzó a dar sus primeros pasos la Universidad Vasca-Euzko Irakastola Nagusia. En un momento difícil, en medio de una cruenta guerra y con el Ejército franquista asediando Euskal Herria, se ponía en marcha la Facultad de Medicina que estaba ubicada en el Hospital Civil de Bilbo, en Basurto, con 71 alumnos inscritos, siete de los cuales eran mujeres. Fue el único centro que pudo llegar a formarse. Pocos meses despues, en junio de 1937, el Botxo cayó ante las tropas fascistas y las aulas se vieron obligadas a cerrar sus puertas.

Así las cosas, el próximo jueves habrán pasado 75 años de aquel histórico momento. Por ello, la UPV-EHU presentó ayer en su paraninfo de Abandoibarra los actos que ha organizado para conmemorar el 75º aniversario de la que fue la primera universidad pú- blica vasca. Los actos se presentaron en una rueda de prensa en la que participaron el rector, Iñaki Goirizelaia; el vicerrector de Euskara y Plurilingüismo, Gidor Bilbao; y Mikel Aizpuru, comisario de la exposición.

Una exposición itinerante titulada ``Heredamos un sueño-Universidad Vasca/Euzko Irakastola Nagusia 1936'', varias conferencias y un acto solemne que se celebrará el 1 de diciembre servirán para rememorar el proyecto de lo que fue el origen de la actual UPV-EHU. En la exposición, por medio de fotos, carteles y documentos, se muestran los principales hitos históricos que llevaron a la gestación de la universidad. La muestra recorrerá los tres campus de Bizkaia, Gipuzkoa y Alava de la UPV/EHU.

Paralelamente también se llevarán a cabo varias conferencias en las que se pretende dar a conocer mas en profundidad a la UPV/EHU mostrando el contenido histórico de la misma. Para ello, se profundizará en aspectos como el proceso de creación de la Universidad Vasca, la asignatura Sendakintz-Euskera (Euskara Médico) que impartió el médico José Zinkunegi y que fue una de las principales novedades en el plan de estudios, o la figura del catedrático Ángel Apraiz, el principal impulsor de aquella universidad. En las charlas participarán diferentes personalidades relacionadas con el centro, como Antón Erkoreka, director del Museo Vasco de Historia de la Medicina; Jesús Mari Makazaga, director del Servicio de Euskara de la UPV-EHU; o Pauli Dávila, catedrático de Historia de la Educación, entre otros.

Finalmente, el día del aniversario, a las 18.00, en la Sala Mitxelena del Bizkaia Aretoa tendrá lugar el acto central. En el mismo, se alternarán música, poesía, intervenciones de representantes institucionales de la CAV y un homenaje a los precursores de esa primera universidad pública. El acto contará también con la presencia de una nutrida representación de la sociedad vasca.

«Un sueño aplazado»

No fue casualidad que el primer centro que se creó el 1 de diciembre de 1936 fuera la Facultad de Medicina en el Hospital Civil en Basurto, ya que el propio centro contaba ya con una escuela de enfermería y desde el comienzo del siglo XX intentó varias veces integrar la enseñanza universitaria en su oferta académica. Así, la mayor parte de los estudiantes matriculados en dicha facultad ya cursaban la disciplina en otras facultades españolas, aunque algunos de ellos hicieron su primera matrícula en aquella universidad vasca.

En cuanto al sistema que utilizaría esta primera Facultad de Medicina, fueron los médicos que se encargaron de la puesta en marcha de la misma quienes decidieron adoptar el mismo plan de estudios que estaba en vigor en el resto de las universidades del Estado español. No obstante, se introdujeron dos importantes novedades en forma de asignatura: La de Psicologia y la citada de Euskara Médico.

El objetivo del Gobierno de José Antonio Agirre era crear una red educativa completa e integral. Con ese objetivo, empezó a proyectar también las características de una universidad obrera encaminada a la Formación Profesional. No obstante, todos estos planes se vieron frustrados cuando las tropas franquistas tomaron Bilbo en junio de 1937. Las aulas de la Universidad Vasca/Euzko Irakastola Nagusia se vieron silenciadas de golpe, y el proyecto, concebido como un sueño, tuvo que aparcarse todavía unas cuantas décadas.