La Comisión Europea y Alemania se enfrentan a causa de los eurobonos
La propuesta de emitir deuda pública respaldada por todos los estados de la eurozona -los llamados eurobonos- desató ayer una tormenta dialéctica entre sus impulsores -la Comisión Europea- y sus detractores, encabezados por la canciller alemana Angela Merkel. Estos últimos argumentan que no están dispuestos a mezclar sus bonos con los de otros estados que tienen problemas de financiación debido a la mala gestión de sus gobernantes.
GARA | BRUSELAS
Batalla dialéctica a cuenta de los eurobonos. La Comisión Europea (CE) tenía previsto presentar ayer su propuesta al respecto, pero ya antes de hacerlo se topó con la negativa del Gobierno alemán. En un discurso en el Bundestag, Angela Merkel tachó de «lamentable e inadecuado» que se haya puesto este tema en el centro de la discusión.
«La idea que queda flotando es que a través de la colectivización de la deuda se pueden superar los problemas estructurales de la unión monetaria y eso es precisamente lo que no puede funcionar», dijo Merkel.
Las duras palabras de la canciller no sentaron nada bien al presidente de la CE, José Manuel Durao Barroso. «Considerar que esta propuesta va en contra de un gobierno o de un Estado miembro es completamente inoportuno, y sería también poco apropiado pensar que un debate va en contra de un Estado miembro específico, la economía más importante», señaló.
La propuesta de la Comisión es una moneda con dos caras, ya que además de la emisión de eurobonos se contempla, en un intento de convencer a los escépticos, reforzar el control sobre los presupuestos estatales e introducir la posibilidad de forzar el rescate de los países con problemas.
Revisar las cuentas
El comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, explicó que su planteamiento consiste en que los países de la eurozona entreguen su proyecto presupuestario cada mes de octubre a la Comisión para que ésta determine si se ajusta a los objetivos de déficit (3%) y deuda (60%) establecidos en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento, y pida, en su caso, que se revisen algunos puntos o todo el proyecto.
Con la segunda propuesta, la Comisión podría pedir al Consejo Europeo que recomiende a un estado miembro pedir asistencia si su situación financiera tiene «importantes efectos adversos» para la estabilidad financiera del zona del euro.
El mayor control presupuestario forma parte de la propuesta para la creación de eurobonos, que, según Baroso, «si se aplican de manera adecuada, la deuda común podría generar beneficios tremendos: podría llevar a una mayor integración financiera, a la creación de un mercado de deuda más grande y con más liquidez».
De las tres opciones que propone la CE, la primera contempla la sustitución completa de los bonos nacionales por bonos de estabilidad garantizados por todos los estados. La segunda propuesta solo reemplazaría una parte de las emisiones nacionales (hasta un 60%) y se crearían dos tipos de títulos: los bonos azules (comunes y con garantías de todos) y los rojos (el porcentaje restante y con garantías estatales). La tercera es la sustitución parcial de bonos nacionales pero sin garantías compartidas. Las dos primeras propuestas requerirían un cambio en el Tratado de Lisboa.
Austria y Finlandia
Alemania no está sola en esta batalla, ya que los gobiernos de Austria y Finlandia se sumaron al rechazo a los eurobonos. «Lo que ha propuesto Barroso no lo podemos apoyar, porque aumentaría los intereses en un tercio», dijo la ministra austriaca de Finanzas. «Están totalmente descartados», sentenció su homóloga finesa.
Alemania sólo pudo colocar ayer el 62% de los 6.245 millones de euros en bonos a diez años que sacó a subasta, debido a la escasa rentabilidad de los títulos, que bajaron por primera vez del 2%.
Como consecuencia de esta situación, la rentabilidad de la deuda germana se elevó en el mercado secundario hasta el 2,08%, lo que rebajó la prima de riesgo de estados como el español (456) o el italiano (488).
La Comisión Europea urgió al Estado español a emprender una amplia reforma del mercado laboral y del sistema educativo para promover el empleo y reducir el paro, el más alto de toda la Unión Europea, que es especialmente grave entre los jóvenes.
«Si yo fuera un joven español afrontaría un paro juvenil por encima del 40%, mientras que en Holanda tienen un 4% y en Austria un 5%, y me preguntaría por qué», reflexionó el comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, quien añadió que «es sorprendente el dato de paro juvenil. Algo va muy mal si existe este dato de paro».
Rehn aseveró, con bastante diplomacia, que la alta tasa de desempleo, superior al 20% de la población activa, «debe estar relacionada no sólo con la ubicación geográfica, sino también con las instituciones, las políticas y el mal funcionamiento del mercado laboral».
El comisario insistió en que «hay una necesidad muy clara» de reforzar las reformas estructurales, especialmente en el mercado de trabajo, y expuso como posibles ideas el contrato único, una mayor movilidad y «reformar el sistema docente y de formación de los trabajadores».
En la misma línea, tal y como hiciera la víspera en Bilbo, el comisario de Empleo, Laszlo Andor, subrayó que el nuevo Gobierno de Madrid «no debe poner en marcha una reforma única, sino una estrategia global» para promover el empleo, y citó que el ejemplo de Portugal, con la idea de un contrato único, «podría ser parte de la solución». GARA
