Anaitasuna se condena en 30 minutos impropios
ANAITASUNA 21
VALLADOLID 31
Juan Carlos ELORZA
Flaco favor le hizo Aitor Etxaburu a Alejandro Sánchez concediéndole la titularidad en el partido de ayer. Las últimas actuaciones de Schulz animaban a pensar que cualquier posibilidad de plantar cara al Valladolid, un equipo muy serio, pasaba por contar con el portero argentino al 100%. Pero cuando Schulz salió al campo (en el minuto 16, con 3-11) el partido estaba ya sentenciado.
Quizá interpretando el mensaje de su entrenador de manera equivocada, los jugadores de Anaitasuna no se tomaron el partido en serio, y la consecuencia fue un correctivo de los que hacen daño, con una primera mitad impropia en que Anaitasuna fue un coladero atrás (sólo un gol de los 31 pucelanos, el primero de Gurbindo, se consiguió desde más allá de los nueve metros), y estuvo negado en ataque (13 pérdidas de posesión y 17 lanzamientos fallados), para hacer seis goles antes del descanso.
El respiro debió servir para advertir que los efectos de este tipo de partidos pueden ir más allá de la pérdida de los dos puntos, y Anaitasuna volvió más agresivo al campo, aunque en los diez primeros minutos se vieron frenados en seco por la gran actuación de Lamariano en la portería del Valladolid, con sus 10 paradas realizadas en los diez primeros minutos, que llevaron la ventaja visitante a 16 goles.
Pero el Valladolid no quiso hacer sangre, Juan Carlos Pastor sentó a sus titulares y, apoyados en las paradas de Schulz, el partido entró en una dinámica de toma y daca en la que Anaitasuna encontró la manera de redimirse de su horrenda primera mitad, hasta el punto de que el parcial del segundo tiempo acabó siendo favorable (15-12), maquillando un marcador que pudo haber sido mucho más abultado.