Uno de los males que está padeciendo la Real Sociedad esta temporada se encuentra en la enfermería, un lugar que parece quedarse pequeño por la plaga de lesiones. A ningún equipo ayuda este tipo de problemas, y menos al conjunto blanquiazul en un momento clave para el devenir de la plantilla en la Liga.

El último jugador en ser protagonista desgraciado por las lesiones es Markel Bergara, que ayer se resintió de su lesión fibrilar y es seria duda para el partido de este domingo a las 12.00 ante el Betis en Sevilla.

Markel Bergara estaba llamado a ser uno de los candidatos a sustituir en el centro del campo a Asier Illarramendi, operado con éxito de su rodilla izquierda el miércoles. Y más cuando en la sesión de anteayer se ejercitó a fondo y parecía que había superado las molestias.

La realidad está demostrando que, al igual que el del equipo, éste no está siendo el año del centrocampista elgoibartarra. Nada más comenzar la pretemporada, el guipuzcoano tuvo que parar por una extraña lesión del segundo metatarsiano de su pie izquierdo que al final se trató de «una fractura o una fisura de estrés», algo que en su día el jugador calificó de «cómico, porque vienes de un verano en el que has estado tumbado en la playa...». Este mismo mes, sin embargo, el parte médico informaba de que Markel sufría una rotura de fibras grado I-II (moderada) en el músculo bíceps femoral de la región posterior del muslo izquierdo.

Así las cosas, el centrocampista sólo ha podido disputar 136 minutos repartidos en tres encuentros ligueros.

Por su parte, las lesiones también afectan a Xabi Prieto, Liassine Cadamuro, Alberto De la Bella y Vadim Demidov.

«A dar el callo»

Respecto al importante duelo del Benito Villamarín, tanto Mikel Aranburu como Imanol Agirretxe admitieron que será un partido «con mucha tensión» debido a la dinámica paralela que llevan ambos conjuntos en la presente temporada.

El azpeitiarra recalcó que «estamos entrenando con ganas, pensando en el partido del domingo. La hora de la verdad llegará el domingo al mediodía y ahí habrá que dar el callo».

Asimismo, el capitán reconoció que «somos conscientes de que si perdemos el partido de Sevilla, es imposible que salgamos de los puestos de descenso. Lo más importante es intentar cada uno mejorar en lo suyo y, si somos capaces de apretar más y dar cada uno más y mejor de nosotros mismos, seguramente habrá más oportunidades de ganar el partido».

Por su parte, el delantero de Usurbil recordó cuál es el objetivo principal en estos momentos tan complicados del año: «La Real está por encima de cualquier persona y cualquier trabajador. Nuestro objetivo, el del míster y el de toda la Real es el mismo. Todos tenemos que dar el cien por cien. Ahora nos tenemos que centrar en ganar y nada más, y si lo hacemos seguro que todos iremos a mejor».

En este sentido, el usurbildarra se refirió a la situación del técnico Montanier al asegurar que «el futuro del entrenador siempre está en manos de los jugadores, desde la jornada uno hasta cualquier jornada».

Por último, se refirió a la situación de ambos conjuntos: «Las dos rachas y dinámicas de los dos equipos no son buenas y seguro que habrá mucha tensión. Lo importante para nosotros es ver lo nuestro, preparar bien lo nuestro y después, si el contrario tiene problemas y dificultades, mucho mejor».