Bruselas admite insuficiencias en la seguridad de las centrales nucleares
Tras las constantes críticas por parte de las organizaciones ecologistas por las «grandes lagunas» en los test que analizan la seguridad de las centrales nucleares, la Comisión Europea admite que la seguridad en las plantas «es mejorable», aunque no exige medidas.
GARA |
La Comisión Europea (CE) presentó ayer los primeros resultados de las pruebas de resistencia a las centrales nucleares de la Unión Europea, promovidas tras la catástrofe de Fukushima (Japón).
Estos resultados fueron muy criticados por algunas organizaciones ecologistas, que consideran que no contemplan todos los riesgos que pueden causar accidentes como el de Japón.
El informe reveló que la seguridad de muchos reactores es mejorable, entre ellos, la de los ocho activos en el Estado español. Aún admitiendo que la seguridad no es completa, la CE descarta que algún Estado tenga que tomar medidas inmediatas referidas al cese de la actividad en sus plantas.
El grupo de Los Verdes en el Parlamento Europeo criticó la insuficiencia de las pruebas, argumentando que no se prevé lo que sucedería en caso de incendio, fallo humano o impacto de un avión sobre alguna de las plantas, ni los peligros que supondría la combinación de más de una de estas causas o de ya las analizadas.
Por otro lado, el responsable de política nuclear de Greenpeace en Europa, Jan Haverkamp, se quejó de las «grandes lagunas» de las pruebas realizadas y reclamó someter a examen los planes de emergencia de las centrales. Además, la organización alertó de que en suelo europeo hay 19 plantas atómicas a menos de 30 kilómetros de distancia de localidades con al menos 100.000 habitantes y, sin embargo, los test de resistencia «ignoraron» las medidas previstas para evacuar estas zonas en caso de emergencia. Ambos grupos han cuestionado la utilidad de las pruebas realizadas.
Estos resultados explican estado por estado cuales son las mayores debilidades y carencias detectadas, pero no las de cada uno de los reactores.
Los aspectos a mejorar, según la CE son, entre otros, las piscinas de almacenamiento de residuos altamente radiactivos y la necesidad de reforzar los planes para situaciones en las que se produzcan accidentes graves y sus procedimientos de emergencia.
En lo concerniente a las plantas nucleares del Estado español, que en total son ocho -Almaraz (Cáceres), Ascó (Tarragona), Cofrentes (Valencia), Santa María de Garoña (Burgos), Trillo (Guadalajara), Vadellós (Tarragona) y la fabrica de combustible nuclear je Juzbado (Salamanca)-, la CE recomendó «aumentar la fortaleza» frente a inundaciones, en ciertos casos ante el riesgo de terremoto, a la hora de afrontar la pérdida de la alimentación eléctrica externa o del sistema de disipación del calor y la gestión de un accidente severo.
La Comisión insistió que los resultados son preliminares y que el informe completo se publicará en junio de 2012.
La preocupación que generó Fukushima llevó al Gobierno de Angela Merkel a adelantar el apagón nuclear al año 2022 y retractarse así de la ley que prorrogaba la vida de los 17 reactores nucleares hasta 2036.
Greenpeace denunció que la CE «ignoró» el requisito de presentar planes de evacuación teniendo en cuenta que en la UE hay 19 centrales que se encuentran a menos de 30 kilómetros de algunas localidades de 100.000 habitantes
El convoy que transporta a Alemania residuos nucleares alemanes tratados en el Estado francés por la compañía Areva que el miércoles recorrió sus primeros kilómetros en un ambiente de tensión por los enfrentamientos entre policías y activistas antinucleares, se detuvo ayer durante 24 horas junto a la frontera con Alemania.
Este convoy altamente radioactivo, custodiado por un imponente dispositivo de seguridad, ya ha recorrido dos tercios de su trayecto de 1.500 kilómetros desde Valognes (Alemania) hasta Gorleben (Alemania). Aún no se sabe cual será el recorrido que va a seguir a partir de allí, pues el grupo nuclear francés Areva, encargado de la gestión de los residuos, contempla tres posibilidades.
Los enfrentamientos entre la Policía y los manifestantes anti-nucleares se produjeron cuando los activistas bloquearon la marcha del convoy. En total tres personas resultaron heridas y dieciséis manifestantes fueron detenidos, según las autoridades francesas.
Greenpeace, que no llamó al bloqueo, condenó «toda la violencia» utilizada. En Alemania miles de activistas esperan la llegada del convoy. Éste es el duodécimo y último convoy de Valognes a Gorleben. GARA