Frente a la disminución de sus créditos, el Pentágono adapta la estrategia militar estadounidense pero, a falta de acuerdo en el Congreso, teme verla saltar en pedazos con posibles nuevos recortes aplicados de forma automática.

«Una nube de incertidumbre planea sobre el presupuesto de Defensa, potencialmente en los próximos 13 meses», afirmó Todd Harrison, experto del Centro de Evaluación Estratégica y Presu- puestaria, en Washington.

El Departamento de Defensa, cuyo presupuesto casi se ha duplicado desde 2001, tiene que hallar la forma de ahorrar 450.000 millones en diez años.

El fracaso de la «supercomisión» del Congreso, encargada de dar con la forma de ahorra para aliviar la carga de la deuda de EEUU, supone un recorte automático de cerca de 600.000 millones de dólares suplementarios para el Pentágono a partir del 1 de enero de 2013.

Este escenario, «devastador», según funcionarios de Defensa, se puede evitar si republicanos y demócratas alcanzan un acuerdo para entonces.

El Pentágono realiza desde hace meses una revisión estratégica, que finalizará con un debate el próximo mes.

La nueva estrategia contempla un recorte de 450.000 millones de dólares, que implica «adoptar riesgos, pero es manejable», señaló el secretario de Estado de Defensa, Leon Panetta.

La Administración Obama ya dijo que habrá un reajuste en ciertas regiones del mundo, particularmente en Asia el Pacífico.

En cuanto al presupuestario, esto debería traducirse en recortes más severos para el Ejército de Tierra, cuyo presupuesto se infló por los conflictos en Irak y en Afganistán, que para la Aviación o la Marina, según analistas.

Mientras, el Pentágono prepara su proyecto presupuestario para 2013 (octubre de 2012-setiembre de 2013), que presentará en febrero. Debería fijarse en unos 525.000 millones de dólares, sin contar las operaciones en Afganistán, dijo Harrison.