Todos los días tienen que ser 25 de noviembre
La gran mayoría de ciudadanos y ciudadanas suscribe los numerosos artículos en prensa y declaraciones de responsables institucionales que abundarán hoy con motivo del Día Internacional contra la Violencia hacia las Mujeres. Declaraciones y artículos que describirán y denunciarán una situación límite, la que diariamente sufren muchísimas mujeres. Sin embargo, la labor de esas instituciones no se puede limitar a la mera descripción y la denuncia un día a año, pues existe la impresión, la percepción, de que esa labor se reduce a manifestaciones y actos institucionales que no inciden en un grave problema estructural que, además de declaraciones solemnes y estadísticas, exige un seguimiento diario. Además de leyes y medidas legales, es preciso el cumplimiento estricto de las mismas y una actuación que no sólo combata hechos puntuales, sino también el contexto que los propicia y mantiene bajo amenaza a todas las mujeres. El combate contra la violencia sexista atañe a toda la sociedad, por supuesto, pero debería ser liderado por las instituciones, que cuentan con los medios precisos para guiarlo y facilitarlo, desde los recursos para la prevención y ayuda hasta la necesaria concienciación social. Hoy es un día de denuncia y de apoyo a las mujeres que sufren la violencia sexista y, por tanto, a todas las mujeres. Pero también mañana y los 363 días siguientes deberían serlo.