Un tribunal de Getxo suspendió por un defecto de forma en los edictos judiciales la subasta de la vivienda de una familia de este municipio sobre la que pesaba una ejecución hipotecaria por el retraso en el pago en las cuotas del préstamo.

La afectada, Marta Uriarte, que además es la secretaria de la plataforma de Afectados por la Hipoteca de Euskadi, compró la vivienda en 2007, sufrió en 2008 las inundaciones por el desbordamiento del río Gobelas y poco después dejó de pagar las cuotas al quedarse en paro y quebrar la empresa de su marido, por lo que en abril de 2011 la BBK interpuso la ejecución hipotecaria.

Uriarte explicó que cuando mejoró la situación laboral familiar y trataron de gestionar los pagos de los retrasos se toparon con la postura «tajante e inflexible» de la entidad, que reclama garantías hipotecarias, avales o aportar una cantidad de 20.000 euros

La abogada, Miren Menchaca, destacó que la suspensión ofrece un nuevo plazo «para intentar renegociar el asunto con la BBK» y alertó de que las actuaciones judiciales «continuarán su curso» en caso de no lograr un acuerdo.

Miren Menchaca denunció que las subastas de viviendas benefician a los bancos y a «gente que acude a los juzgados, que son carroñeros conocidos que se están lucrando y haciendo ricos a costa de los demás», y tildó de «escandaloso» que «se deje a familias enteras en la calle para beneficiar a este tipo de personajes».