Expertos coinciden en la necesidad de abolir la prisión
La necesidad de abolir el sistema penal, el análisis de la política carcelaria aplicada en el posfranquismo y las denuncias de tortura y malos tratos presentadas centraron las intervenciones de Cesar Manzano, Pedro Santisteve y Jorge del Cura, ponentes que participaron ayer en las conferencias sobre las políticas sociales para abolir la prisión que se están desarrollando en el Aula Magna de la Facultad de Letras de Gasteiz.
Jon ADAN |
Durante su intervención en la jornada de ayer, César Manzanos, doctor en Sociología, profesor en la Universidad del Pais Vasco y miembro fundador de Salhaketa, expuso la idea de abolir la prisión para democratizar la sociedad y exigir respeto hacia todos los derechos.
Manzanos criticó algunos aspectos del sistema penal actual, tales como la negación de derechos fundamentales como el derecho a la vida, a la integridad física, al trato digno o a la salud. Y denunció la violencia y la degradación que se da en las cárceles.
Manzanos criticó la selectividad que impera en el sistema penal actual, que se dirige solamente a aquellas personas que se encuentran en las situaciones más desfavorecidas, como es el caso de inmigrantes o drogodependientes. Señaló que los valores que se trasmiten en las cárceles, entre los que se encuen- tran las prohibiciones, los castigos o el disciplinamiento, son completamente contrarios a los valores democráticos y no ayudan a socializar a los reclusos, sino a que se desocializan aún más. Por todo ello, y como propuesta de actuación, planteó un debate por un nuevo modelo que sea más eficaz en la lucha contra el delito y más respetuoso con los derechos y libertades de todas las personas.
Pedro Santisteve, profesor de Derecho en la Universidad de Zaragoza y miembro fundador de ASAPA, analizó la política carcelaria del posfranquismo y la quiebra del proyecto democrático. De esta manera, explicó primero los numerosos movimientos en favor de los presos que se produjeron a finales de los años 70 tras la represión franquista, y que reclamaban la amnistía y la reforma democrática del sistema penitenciario español.
Hizo referencia al cambio de población penitenciaria experimentado a principios de los años 80, cuando, según indicó, una nueva subcultura carcelaria, dominada por las drogas, el individualismo y la adicción al consumo imperó por encima de todo. Santisteve afirmó que estos presos eran en su mayoría jóvenes en paro.
También recordó los difíciles años 90, cuando alrededor de 5.000 reclusos fallecieron a causa del sida, la droga y el «exterminio físico».
En el transcurso de su conferencia expuso una crítica a las últimas reformas realizadas por el PP entre los años 2000 y 2004, que obligaban a los reclusos al cumplimiento íntegro de sus condenas, llenando una vez más las cárceles de la gente más desfavorecida.
Torturas y muertes en prisión
Finalmente, Jorge del Cura, integrante de la coordinadora para la prevención de la tortura, centró su ponencia en los malos tratos y las torturas que se denuncian actualmente en las cárceles del Estado español, transmitiendo a los presentes datos relevantes.
Entre los datos aportados señaló que entre los años 2000 y 2010 se presentaron 773 denuncias de torturas y 383 personas murieron en prisión, teniendo como causas principal el suicidio, la sobredosis o la falta de atención médica. En lo que va de año, son 34 los reclusos fallecidos.
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En una encuesta realizada por la coordinadora, el 73% de los 1.700 presos encuestados denunciaron torturas. Actualmente hay 75.000 presos, por lo que se calcula que 50.000 sufren malos tratos.