Gary Kamiya 2011/11/25
Los que gritan «Holocausto»
Rebelión
Fuente: Salon/ICH
Traducción: Germán Leyens
Ya hemos pasado por esto. Mientras una de las guerras más desastrosas en la historia de EE.UU. llega a un fin ignominioso, los mismos halcones belicistas neoconservadores que la urdieron promueven una nueva guerra que haría que la invasión de Iraq se pareciera a una invasión de Granada -y utilizan la insuperable baza del Holocausto en la política estadounidense para silenciar todo debate al respecto-.
Cuando los halcones comienzan a repiquetear los tambores a favor de una guerra en Medio Oriente, con frecuencia Israel es un motivo importante para hacerlo. Así fue en los preparativos de la guerra de Iraq y sin duda así es también en la histeria actual respecto a Irán. (....)
Es posible que Israel pueda atacar Irán unilateralmente y desafíe a EE.UU. a que lo detenga.
(...) sería una locura total que Washington llegara a considerar el inicio de una guerra contra Irán. Por eso Obama ha enviado repetidamente mensajes a alto nivel a Netanyahu, del secretario de Defensa Leon Panetta y otros, advirtiéndole de que no lance un ataque unilateral.
Pero el inicio de una guerra es una cosa, y atreverse a hacerle frente a Israel en un año electoral es otra. Como siempre, el discurso se inclina hacia la derecha psicótica. (...)
Si estallara la guerra, las consecuencias para EE.UU. serían catastróficas. Los precios del petróleo se dispararían, lanzando a EE.UU. y al mundo a una depresión masiva. Irán utilizaría a sus aliados para atacar a los soldados estadounidenses. Y toda la región estallaría, con consecuencias imprevisibles. No es ir demasiado lejos decir que la guerra con Irán podría anunciar el comienzo del fin de EE.UU. como superpotencia.(...)
El elemento clave es el problema israelí-palestino. Si Israel llega a una paz justa con los palestinos y la Liga Árabe reconoce a Israel, toda la razón de ser de la posición negativa de Irán se eliminaría. Israel e Irán serían entonces simplemente vecinos que riñen por su terreno, junto con el resto de los países en un Medio Oriente en rápida transformación. (...)
Un ataque contra Irán se realizará en nombre de las víctimas del Holocausto. Pero ese ataque, en lugar de salvar el Estado judío, firmará su sentencia de muerte. Israel y sus partidarios estadounidenses deben más a los millones de seres humanos cuya última plegaria, antes morir, fue que sus hijos vivan.