Editorial 2011/11/21
España: avances y regresiones
Lajornada
(...) El hundimiento del PSOE no es ninguna sorpresa, habida cuenta de la exasperación social que provocó, en estos tiempos recesivos, su manejo económico antipopular y empresarial, más propio del PP que de la plataforma socialista. Sorprende, en todo caso, que la formación derechista encabezada por Mariano Rajoy haya logrado sobreponerse a los sonados escándalos de corrupción que han florecido entre sus filas en años recientes (...) El dato es indicativo de la persistencia del conservadurismo y el autoritarismo impregnados en la sociedad española en las largas décadas de la dictadura franquista (1939-1976).
Tampoco es inesperado que un importante filón del electorado haya optado (...) por fortalecer a la única opción de izquierda real en el ámbito español, que es IU.
Más allá de la rutinaria victoria de CiU en Cataluña, el factor más sorpresivo en los resultados de la jornada de ayer es, sin duda, el buen desempeño electoral de Amaiur, la coalición (formada por Eusko Alkartasuna, Alternatiba, Aralar e independientes) con la que la izquierda abertzale (nacionalista) vuelve al panorama político tras varios años de ilegalización de sus fórmulas partidistas por los gobiernos de Madrid. La coalición independentista logró 330 mil votos en el País Vasco (Guipúzcoa, Vizcaya, Navarra y Alava) (...) siendo socialistas y populares los grandes derrotados en el ámbito vasco.
En retrospectiva, tal resultado confirma la validez de la izquierda abertzale de avanzar en su deslinde del militarismo etarra y de la decisión de la propia ETA de abandonar las armas en forma definitiva.
Por lo que hace al conjunto de España, la aplastante victoria del PP y la inminente llegada de Rajoy a La Moncloa no son buenas noticias. Previsiblemente, en el ámbito económico se profundizará el acento antipopular y antisocial del gobierno saliente (...). En lo social, es previsible que los «populares» intenten emprender, abrigados por la mayoría absoluta lograda ayer, nuevos ataques a las libertades individuales y los derechos de género y reproductivos, así como una nueva ofensiva centralista orientada a obstaculizar en forma más agresiva que hasta ahora los empeños de autodeterminación en el País Vasco y Cataluña.
Finalmente, para América Latina en general, y para México en particular, el nuevo gobierno del PP conlleva signos ominosos de fortalecimiento de la tradicional arrogancia neocolonial proyectada por Madrid hacia esta región del mundo, y que se traduce en respaldo activo a las posturas más antidemocráticas y reaccionarias, en el aliento a los intentos golpistas y en la defensa a ultranza (...) de los intereses transnacionales españoles en Latinoamérica; particularmente, de las empresas energéticas y bancarias y de los conglomerados mediáticos.