«Nos hemos sabido adaptar a esta oportunidad que se nos ha concedido»
Chef del restaurante Nerua
Alija se hizo cargo del restaurante del museo Guggenheim de Bilbo en 1998 y en 2000 fue galardonado con el premio al Mejor Cocinero Joven. Desde junio de 2011 dirige Nerua, un proyecto con proyección internacional pensado como una propuesta gastronómica innovadora, que apuesta por lo natural y por la interpretación de los productos locales, reconocido con una estrella Michelin.
A. ARRUTI | BILBO
El restaurante Nerua, del Museo Guggenheim de Bilbo, con tan sólo seis meses de trayectoria, obtuvo su primera estrella en la Guía Michelin 2012, presentado este jueves en una gala celebrada en Barcelona. Un gran reconocimiento y mayor impulso para seguir trabajando como hasta ahora, «con mucha pasión e implicación», e innovando la propuesta con una base vegetal y productos locales.
¿Cómo recibió la noticia?
Me lo comunicó un amigo, Joan Roca. Me confirmó que definitivamente nos habían concedido una estrella Michelin, y a partir de ahí euforia, nervios, tensión, emoción... imagínate. Y luego un recibimiento muy caluroso de parte de todo el equipo. Para todos fue una sorpresa importante. Quizá para mí el momento más emotivo fue ver la expresión de las personas, que han apostado, han creído en un proyecto y que poco a poco los sueños se van haciendo realidad. En apenas cinco meses hemos conseguido una estrella Michelin, tres soles en la guía Repsol. Son reconocimientos importantes socialmente, y sobre todo para las personas que dedicamos mucho tiempo a nuestro trabajo y que nuestro trabajo forma parte de la pasión y del sentimiento que ponemos en todo.
¿Por qué diría que le han concedido la estrella?
Porque creen en mí, sin duda alguna. A partir de ahí habrá muchos factores que inducen a tomar este tipo de decisiones. Creo que por una apuesta de proyecto, que da confianza y también por la satisfacción de los clientes que hemos conseguido, me imagino.
¿En qué se distingue su cocina, cómo lo definiría?
Es una cocina esencial, enraizada con el entorno, con los productos que tenemos cerca. Decir que es una cocina local me parece algo muy extremo porque, en el fondo, lo que nosotros hacemos es una selección de productos que los adaptamos o los plantamos en nuestro entorno. Mi cocina es muy afín a los vegetales, aunque no descarta materias primas como puede ser la kokotxa, la carne de vacuno... o materias primas que se asocian a una cultura vasca como el chipirón, el bacalao... Y a partir de ahí lo que nosotros hacemos con los productos es interpretarlos y ponerlos en valor. El objetivo de Nerua es invitar a las personas a que vivan una experiencia gastronómica tal cual nosotros la concebimos y pensamos que es una bonita manera de disfrutar.
Llevan medio año en Nerua, ha mencionado las distinciones que han recibido pero, ¿qué balance hace de estos seis meses?
Han sido unos meses muy intensos. Apenas hemos tenido tiempo para adaptarnos y hemos conseguido metas que en su día nos parecían prácticamente imposibles. En ese sentido, me siento afortunado, porque las personas que estamos aquí, trabajamos un equipo de unas 28 personas, han puesto mucho de su parte, ha habido una implicación importante, y hemos conseguido ir dando saltos y cambios importantes. En apenas seis meses hemos cambiado dos-tres veces la carta y aparte, está todo esto que nos viene ahora mismo. Nos hemos sabido adaptar a esta oportunidad que se nos ha concedido.
Con vistas al futuro, ¿qué retos se proponen Nerua y Josean Alija?
Todavía es muy pronto para hablar del futuro. Pienso que hay que vivir el presente, hacer las cosas bien, lo sencillo siempre es algo que nos seduce y que nos gusta a todos y, a futuro, para el año que viene, descubriremos alguna cosa en la que estamos trabajando y que será una noticia importante. Vamos a dejar de momento reposar para que sea suficientemente madura e importante.