Bakartxo Ruiz Jaso y Maiorga Ramirez Erro Portavoces de Bildu en el Parlamento de Nafarroa
La sanidad pública a dieta, y la privada con sobrepeso
La Cámara de Comptos evidencia la necesidad de revisar las actividades y prestaciones concertadas e impulsar una sanidad pública con los recursos necesariosEl pasado 22 de noviembre el presiden- te de la Cámara de Comptos expuso en el Parlamento de Nafarroa, a petición de Bildu, dos informes relativos a los conciertos sanitarios. Uno de ellos analiza el estudio que en 2010 la Consejería de Salud realizó para justificar el concierto con el Hospital San Juan de Dios, y el otro fiscaliza la concertación sanitaria en su conjunto durante los ejercicios 2008 y 2009.
Estos informes sacan a la luz un verdadero escándalo, y reflejan que todo vale para dar más dinero a la privada en detrimento del sector público. La conclusión fundamental de ambos informes es que los conciertos sanitarios con hospitales privados, que suponen en torno a 45 millones de euros anuales, no están debidamente justificados.
El primer informe, referente al concierto con San Juan de Dios, es una verdadera bomba de relojería política, porque deja completamente en evidencia al Departamento de Salud y a su anterior consejera, la Sra. Kutz. El informe constata que el Departamento de Salud emitió una chapuza de informe, con datos falseados, para justificar la concertación, contabilizando un presunto ahorro de más de siete y ocho millones de euros en 2008 y 2009. Pero este informe dice que «las cifras de ahorro obtenidas no son válidas», y que «se ha comprobado que el ahorro se reduce significativamente, acercándose a un equilibrio e incluso se podría generar desahorro».
Pretenden a toda costa visualizar que las entidades privadas son más económicas, pero nos vuelven a mentir. Y no lo dice Bildu, lo dice la Cámara de Comptos. Se ha justificado lo injustificable, manipulando a la ciudadanía. ¿Cómo nos vamos a fiar de los datos que se nos aportan desde el Gobierno, en este y otros departamentos? Para muestra, este botón. En sus conclusiones, este informe dice expresamente que la Consejería de Salud no justifica la concertación de la asistencia sanitaria con este centro, que en este año 2011 ha supuesto 19,7 millones a la ciudadanía navarra. Se dice pronto.
En éste y en el segundo informe, que analiza los conciertos en su conjunto, se aportan datos muy preocupantes: que en el SNS-O no se realiza un análisis riguroso de los costes de los servicios, y que las tarifas concertadas son muy superiores a lo que costarían esos servicios en la sanidad pública. Se constata también que a la hora de concertar servicios no se realiza un análisis previo de las necesidades reales, ni de las posibles alternativas a la hora de ofrecer estos servicios en la sanidad pública.
Y no es casualidad que, según los datos aportados por Comptos, la entidad más beneficiada en esta carrera de concertación sanitaria, cuyo gasto se ha incrementado un 150% desde 2001, sea la Clínica Universidad de Navarra, del Opus Dei. Comptos subraya la diferencia injustificada de costes en las tarifas que se abonan a las diferentes entidades privadas por los mismos servicios. Un ejemplo: en 2009 una operación de prótesis de rodilla en la Clínica San Miguel costaba a Osasunbidea 4.437 euros, y en la Clínica Universitaria 7.418. Pero lo que el Opus marca se paga religiosamente -nunca mejor dicho- sin regatear. Y en Bildu nos preguntamos, inocentemente, si no será el Opus -ente privado con ánimo de lucro- el que hace negocio y sobrevive gracias al dinero público...
En los «ajustes» anunciados en septiembre, la actual consejera expuso que se revisarían los conciertos. Pero en el proyecto de presupuestos para 2012 ya hemos visto la voluntad política de este Gobierno, que plantea la concertación casi con las mismas dotaciones presupuestarias del año 2011. Se está engordando el sector privado y, además, de manera muy opaca.
En definitiva, UPN -con la complicidad del PSN- está llevando a cabo un progresivo debilitamiento y desmantelamiento del sistema sanitario público, facilitando la implantación del sector privado. Ya lo estamos viendo también en la intención de privatizar las cocinas del Complejo Hospitalario. Esta tendencia restrictiva en la sanidad pública se ha reflejado claramente en la disminución del número de camas y la reducción de las plantillas del personal sanitario público, restringiendo deliberadamente la asistencia sanitaria. En Nafarroa, en 1997, el número de camas en los hospitales públicos era de 1.458. En 2009, de 1.389. La plantilla tiene una tasa de temporalidad del 44%, y en el último año y medio se han realizado 1.200 contratos menos. Y todo ello en un contexto de crecimiento imparable de la población.
Evidentemente, si dedica-mos menos recursos a la sanidad pública, parece que se justifica la necesidad de derivar a la privada para atender a la población. Y es que la razón fundamental que esgrime el Departamento de Salud para concertar es la contención de las listas de espera. Pero tanto la Cámara de Comptos como el sentido común dejan en evidencia la necesidad de revisar la mayoría de las prestaciones y actividades concertadas, y de impulsar una sanidad pública que afronte cada vez más prestaciones y más capacidad de atención al paciente, dotándola de los recursos necesarios. Es más necesario que nunca, en este contexto de recortes, que hagamos las cuentas claras: han reducido el presupuesto en Salud en un 5,9% con respecto a lo aprobado en 2011, y un 11,72% con respecto a lo ejecutado en 2010. Datos reales, no los que nos quieren vender.
Defendamos nuestra sanidad pública. Ante el rodillo, la manipulación y el fraude, es tiempo de denuncia política y social y, sobre todo, de movilización. Ahí nos encontraremos los que apostamos por otro modelo alternativo a UPN-PSN.