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Derrota en Málaga

Tres puntos, tres rayas, tres puntos; una llamada de SOS

La inmensa irregularidad de la escuadra baskonista hizo que no pudiera llevarse la victoria de la cancha de un Unicaja que se limitó a fallar menos. Los buenos minutos de Dragic, Ribas o Seraphin no bastaron.

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UNICAJA 79

CAJA LABORAL BASKONIA 66

Arnaitz GORRITI

Tres puntos, tres rayas, tres puntos: SOS, la conocida señal de socorro del Código Morse. Y también la señal que emite el juego del Caja Laboral Baskonia, irregular hasta la enfermedad. De ahí llegó la derrota ante un Unicaja que se impuso gracias a fallar menos, y nada más.

Un duelo entre irregulares no podía dejar sino un encuentro irregular. Ambos equipos jugaron a base de rachas, con escasa continuidad, donde el dominio reboteador fue la clave en el devenir del choque, debido a que ambos equipos presentaron una carta de tiro bastante pobre, sobre todo en lo que a los lanzamientos triples se refiere.

Fue el conjunto malacitano el que dio primero, adelantándose 13-4. Fitch hacía lo que le daba la gana por culpa de una defensa muy floja de sus pares, mientras que el ataque baskonista sufría de un apagón total. Apagón que se despejaría con la salida de Dragic y Prigioni a la cancha. El combo guard esloveno le dio otro aire al juego gasteiztarra, y de su mano llegaría la última renta del Baskonia, 13-15, tras culminar un parcial de 0-11.

Y, sin embargo, cuando parecía que los de Ivanovic ya habían encarrilado su andadura en el choque, volvieron a apagarse. Nemanja Bjelica mostró excesiva flojera en defensa, y por ese agujero se colaron demasiadas acciones de Unicaja, que además cargaba el rebote de ataque con más decisión.

Tras el 19-15 del primer cuarto, el conjunto andaluz siguió con el acelerador apretado, fruto del escaso acierto gasteiztarra y varias acciones de «dos más uno», hasta el punto de superar la decena de ventaja: 33-20.

La salida de Ribas dio oxígeno al Baskonia. El badalonés supo encontrar a Seraphin en el poste bajo y el joven pívot galo lo aprovechó para dejar el duelo abierto al descanso: 42-34.

Reacciones sincopadas

Parece ser que la charla de Dusko Ivanovic en los vestuarios hizo que los suyos saltaran a la cancha con las ideas más claras. Con el dúo Ribas-Seraphin funcionando a toda potencia, el Caja Laboral Baskonia hizo zozobrar a Unicaja con un parcial de 2-7, logrando arrimarse 44-41.

Sin embargo, Seraphin cometió su tercera falta y ahí se truncó la principal intentona gasteiztarra. El juego interior baskonista mostró excesiva debilidad con Bjelica y Mirza Teletovic. Luka Zoric aprovechó con gusto el regalo de la falta de fuerza de la defensa alavesa para sumar varias canastas -Freeland, aunque no esté a tope, también hizo relucir su clase al poste bajo-, logrando abrir de nuevo la renta.

Pero tampoco el Unicaja andaba sobrado, y gracias a los minutos de Ribas y el despertar de San Emeterio, el Baskonia se mantuvo hasta los últimos cuatro minutos del partido, después de sendos triples de los citados jugadores: 68-59.

Pero ahí se agotó, o casi, la lucidez baskonista, ya que su reacción se volvió a sincopar. Valters le puso la puntilla con cinco puntos seguidos y los tres minutos finales, para alegría local, estuvieron casi de sobra.

Muy blandos

La defensa del Baskonia adoleció de una blandura excesiva. El apartado más palmario de ese defecto se vio en el rebote: 45 a 32 para Unicaja, con 14 rechaces de ataque para los andaluces y 9 para los de Dusko Ivanovic.

«No tuvimos la fuerza física y mental precisa»

Dusko Ivanovic señaló que los suyos tuvieron «fe» y quisieron «luchar», pero carecieron de la «suficiente fuerza mental y fisica para ponernos por delante en la segunda mitad, cuando tuvimos hasta tres ataques con seis abajo». Asimismo, señaló que «el rebote ofensivo fue muy importante para el Unicaja».

Sobre Reggie Williams, quiso decir «la verdad». Tras alabarlo como un «excelente jugador», comentó que «vino con un quiste en la rodilla y llegó lesionado. Nunca pudo terminar un entrenamiento». Sobre el fin del lockout, aseguró que «será un problema añadido, pero estoy seguro de que saldremos adelante». A. G.

Irregulares

En el tiro, en el juego de ataque... la falta de consistencia en todas las facetas penalizó en demasía a un Baskonia que sólo se adelantó en el 0-2 y en el 13-15. Unicaja no terminó de romper el duelo, pero su triunfo no corrió peligro.

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