REAL 1

LAGUNAK 0

Alguna base tienen los tópicos. El encuentro que disputaron ayer Real y Lagunak demostró donde nacen los que atañen a los derbis. Guipuzcoanas y navarras protagonizaron un partido intenso, sin demasiado fútbol y con poquitas ocasiones de gol, y que acabó decidiéndose por la mínima.

En ese caso, además de los tópicos, se cumplieron también las previsiones. El equipo txuri urdin, habitualmente intratable como local -sólo dos equipazos como Athletic y Rayo se han llevado los puntos de Zubieta-, ejercía de favorito y, efectivamente, se hizo con tres puntos que le permiten seguir relativamente cerca de los puestos de cabeza. Lagunak, por el contrario, encaja su segunda derrota consecutiva y, a expensas de cómo transcurra hoy el resto de la jornada, puede ver reducido su colchón respecto al descenso.

El equipo de Rubén Berrogi, tal y como se esperaba, no tuvo nada que envidiar a su rival en cuanto a seriedad e intensidad. Inluso fue ligeramente mejor que las donostiarras en un primer tiempo sin demasiadas alegrías y sin siquiera un dominador claro sobre el rectángulo de juego. Aunque sí hubo un amago de movimiento con un disparo de Maite Bastyr, siempre peligrosa, que buscaba la escuadra y se fue lamiendo el palo.

El cuadro local, que había ido de menos a más, tuvo tiempo de responder al susto antes del descanso, con un centro de Maialen Zelaia que Aintzane Encinas no pudo empujar en última instancia.

La trayectoria de las donostiarras fue a más en la segunda parte. Ya desde el principio se vio a una Real que presionaba más arriba, intentando desgastar a la hasta entonces casi impenetrable zaga del Lagunak y buscando el gol con cada vez más ansia. Gaste, que había saltado al campo tras el descanso, se encargó de amagar en un par de buenas ocasiones. Fue Ramajo, sin embargo, la que acertó: Zelaia lanzó una vaselina magistral desde el vértice del área, el palo escupió el esférico y Ramajo lo remachó para elevar el 1-0 definitivo al marcador.