NUEVO TRABAJO DE EUSKAL MEMORIA
Así era la «solución final» franquista
El franquismo comenzó con una matanza, pero se intentó perpetuar luego con torturas, ejecuciones, censura, delación, desinformación, miseria... Una «solución final» fracasada en Euskal Herria.
Ramón SOLA
A las generaciones más veteranas, el libro quizás les ponga aún los pelos de punta. Las más jóvenes descubrirán que el franquismo fue mucho más que una guerra, por extremadamente sangrienta que ésta fuera. La fundación Euskal Memoria aportó hace un año un estudio exhaustivo de las otras víctimas de estos últimos 50 años (``Gernikako seme-alabak'') y esta semana presenta un nuevo trabajo que radiografía el sistema franquista en Euskal Herria como nunca antes se había hecho, en su globalidad. En la obra, de cerca de mil páginas, aparecen datos nuevos como cuál fue el final de Jesús Galíndez, el hasta hoy «desaparecido» delegado del Gobierno Vasco en Nueva York. Pero sobre todo se destripan las piezas y el funcionamiento de una maquinaria destinada, como dice el título, a ser «la solución final» contra los irredentos vascos. Ahí van algunos retazos del trabajo, al que ha tenido acceso GARA.
La venganza
Todavía sin acabar la guerra, algunos portavoces franquistas anticipaban lo que iba a venir. Como Ramón Sierra Bustamante, gobernador militar de Gipuzkoa, en ``El Diario Vasco'', del que luego sería director: «Borraremos vuestros nombres, que serán malditos por generaciones de generaciones. Desterraremos al maestro que, en los mapas, marcaba con raya verde ese artificio de Euskadi. Desterraremos al sacerdote que se negaba a celebrar las fiestas tradicionales del Pilar y de Santiago. Desterraremos al boticario que dentro de la botica tenía un poco de conspiración contra España». También el capitán franquista Gonzalo Aguilera, en entrevista concedida al periodista John Whitaker, dice: «Tenemos que matar, matar y matar. Son como animales. Al fin y al cabo, ratas y piojos son los portadores de la peste. Nuestro programa para regenerar España consiste en exterminar un tercio de la población masculina. Con eso se limpiaría el país y nos desharíamos del proletariado. Además también es conveniente desde el punto de vista económico. No volverá a haber desempleo».
La cárcel
Cerca de 14.000 vascos fueron ingresados en prisión en ese momento, según recoge el fichero de Alcalá de Henares. La cárcel se concebía exclusivamente como forma de castigo. Las más frecuentadas por los vascos fueron lógicamente el penal de Ezkaba, en Iruñea; la de Larrinaga, en Bilbo; la de Ondarreta, en Donostia; la Provincial de Gasteiz; y las de Saturraran y Zornotza, para mujeres. Sin embargo, la siguiente en número de presos vascos es la de Puerto de Santa María, a más de mil kilómetros de Euskal Herria, en una época en que viajar allí era «toda una odisea que necesitaba incluso, al principio, de salvoconductos». Las tres cárceles de Palma de Mallorca, la de Las Palmas y la de Tenerife sur también albergaron a vascos, y al menos uno natural de Biana fue recluido en Guinea Ecuatorial.
Los chivatos
La delación era pieza angular del sistema. Euskal Memoria recoge ejemplos como el de enero de 1962, cuando «un periodista bilbaino de apellido Bureba se presentó en la comisaría de Indautxu para denunciar a cuatro futbolistas del Athletic que se encontraban en una taberna del Casco Viejo cantando ciertas melodías vascas. Una dotación policial se presentó en el bar y efectivamente allí encontró a los cuatro futbolistas: López, Aguirre II, Iturriaga y Uribe. Los cuatro fueron detenidos y pasaron una noche en los calabozos de la comisaría. Salieron al día siguiente, después de pagar la multa de 5.000 pesetas que impuso el gobernador civil a cada uno de ellos».
Los honores
La omnipresencia del «caudillo» era otra clave para asentar el régimen, y este principio se aplicó en Euskal Herria con auténtico escarnio añadido. Francisco Franco fue nombrado hijo adoptivo o predilecto de numerosas localidades vascas, entre ellas la de Gernika, masacrada por las bombas en 1937 y símbolo de la resistencia vasca. En marzo de 1946 se nombró al dictador hijo adoptivo de la villa y en 1966 recibió además su medalla de oro y brillantes. Más ejemplos: en 1942, la Diputación de Araba lo designó «padre de la provincia». En 1947, la Diputación de Nafarroa lo hizo hijo adoptivo. Y en 1963, incluso el nieto de Franco sería nombrado «general honorario» en la tamborrada infantil de Donostia.
La tortura
El 14 de mayo de 1946, ``The New York Times'' explicaba los métodos de tortura aplicados en el Estado español: «A los detenidos se les ata de manos y pies y el preso se convierte en un juguete de los guardias. Éstos lo golpean con matracas, lo envían de un lado a otro a puntapiés con sus botas de clavos. El preso siempre acaba por desmayarse. Cuando vuelve en sí es extendido sobre una mesa de hierro. Le encierran las muñecas y los tobillos y se los tuercen. Les meten trocitos de madera bajo las uñas y fósforos encendidos. Algunos presos son marcados eléctricamente. A otros los sumergen en baños helados». Un año antes, un vizcaino acusado de pertenecer a la CNT, Pablo Velasco, había sido arrojado desde un coche en la cuesta de Santo Domingo de Bilbo. Le faltaban las uñas de los pies y tenía quemaduras eléctricas. Sobra decir que la Policía atribuyó su final a un ajuste de cuentas entre compañeros de la organización. Euskal Memoria documenta varias muertes por tortura producidas en esos años.
Las «visitas»
Los donostiarras conocen bien esta tétrica anécdota de la época: cuando los cuidadores de los patos de la Plaza de Gipuzkoa se los llevaban, la visita de Franco era inminente, ya que los animales pasaban a engalanar su palacio de Aiete. Esto permitió a muchas personas evitar las detenciones, y es que cada visita del dictador se traducía en el encarcelamiento, sin base jurídica alguna, de decenas de donostiarras y guipuzcoanos sospechosos. Franco presidió en Donostia hasta 28 consejos de ministros. Fue su capital por excelencia después de Madrid, pero también fue agasajado en Iruñea, Gasteiz o Bilbo.
Los verdugos
El franquismo recurrió a las ejecuciones, con dos procedimientos: fusilamientos y garrote vil. De lo primero se encargaron militares, incluidos guardias civiles. Y del garrote, verdugos profesionales. Euskal Memoria se detiene en la figura de uno de ellos: Florencio Fuentes Estébanez, «un personaje atormentado que concluyó sus días colgado de un árbol, después de haber sido procesado por negarse a ejecutar a un condenado. La última ejecución de Fuentes, precisamente, había sido en junio de 1953 en la prisión de Gasteiz, y el condenado era un joven zapatero de Sodupe llamado Juan José Trespalacios». Fuentes se suicidó en 1971 tras haber inspirado años antes la conocida película ``El verdugo'', de Luis García Berlanga.
El euskara
La prohibición del euskara se impuso sin tapujos, sobre bases como la fijada por el ministro de Educación franquista en Bilbo en 1938: «El castellano es el arma de nuestro Imperio». La obra de Euskal Memoria recoge múltiples casos, como el del vicario de Algorta, Mariano Torres, detenido por haber impartido misa en lengua vasca y contra el que el fiscal pidió 20 años de cárcel; cuando quedó libre, se exilió. El veto llegaba hasta los extremos más insospechados. Por ejemplo, en 1947 la prensa franquista se negó a publicar la esquela de una mujer llamada Garbiñe Unanue debido al nombre de la difunta.
El exilio
Las muertes vinculadas al exilio forzoso fueron constantes. Un ejemplo: Manuel Cristóbal Errandonea, natural de Bera y miembro de la dirección del PCE en el exilio, falleció en 1957 por una simple apendicitis, cuando vivía en París. Se negó a acudir a un hospital por temor a ser identificado. El franquismo también recurrió a la fórmula de los confinamientos: así, el dirigente del PSOE Ramón Rubial fue enviado a la comarca extremeña de Las Hurdes.
Robo de bebés
El robo de bebés no se ha convertido en escándalo hasta estos últimos años, y sólo ha aflorado la punta del iceberg. El gran escenario estudiado hasta ahora para esta práctica es el de la prisión. Euskal Memoria recupera el testimonio del historiador Ricard Vinyes, que reveló que en 1944 desde Saturraran partió un tren lleno de niños «hacia la nada (...) Había sido preciso apalear a algunas mujeres para separarlas de sus hijos, según relató 60 años después una de las niñas de aquel tren».
«Accidentes»
El material militar usado en la guerra y luego abandonado provocó muchas muertes durante estas décadas, frecuentemente de niños que jugaban con bombas perdidas: en Iantzi, en San Adrián, en Irun, en Monteagudo, en Dicastillo, en Orereta, en Urbasa... Otro tanto ocurrió en Lapurdi por las minas y otros artefactos abandonados por los nazis tras la II Guerra Mundial.
La miseria
El franquismo extendió la miseria. Según un informe elaborado en Bilbo en 1954, un albañil ganaba 175 pesetas a la semana mientras que un obrero rondaba entre las 120 y las 165. Unido a los «puntos» (pluses por hijo) y a la antigüedad, el sueldo medio mensual se acercaba a las 730 pesetas en un momento en que un kilo de pan costaba cinco pesetas; un litro de leche, cuatro; un kilo de patatas, dos; y el de carne, 40. Por un par de zapatos había que pagar entre 300 y 400 pesetas, es decir, la mitad del sueldo. Y todo ello en unos años en que la media eran tres hijos por familia.
Siniestralidad
Aunque evidentemente la época no pueda compararse con la actualidad por los avances técnicos, es innegable que la desidia gubernamental se tradujo en terribles accidentes laborales. A la sangría constante producida en el mar se suman por ejemplo las explosiones en industrias en Araia en 1961 (ocho muertos), en Galdakao en 1962 (siete), en Erandio en 1967 (dieciséis) o en Galdakao en 1974 (22 fallecidos). Los accidentes ferroviarios también fueron constantes: 24 muertos en Zumaia en 1941, 33 en Urduliz en 1970....
La censura
En 1940, Donostia tenía más de 400 censores en nómina. Se encargaban de leer toda la correspondencia que entraba al Estado español desde Irun: unas 35.000 cartas al día, aunque fuera mensajes entre novios o de hijos a padres. Algunas misivas terminarían llegando a su destino tres décadas más tarde.
La Iglesia
La dictadura franquista se puso como objetivo ser el régimen «más católico del mundo» y para ello no reparó en medios. En el libro se recogen algunos casos significativos, como el envío de 300 misioneros a Ezkerraldea para que, fábrica a fábrica, evangelizaran a los obreros que se consideraba que no cumplían sus deberes religiosos. Entrados ya en los años 60, la Iglesia decidió hacer recuento de las personas que acudían a misa en Gasteiz. El resultado fue satisfac- torio: de 75.000 habitantes, iban a los templos 17.700 hombres y 23.706 mujeres.
La banca
Euskal Memoria explica que en 1940 había en el Estado unos 250 bancos, unos cuantos de ellos vascos, que Franco procedió a reordenar para reducirlos a más de la mitad. Sus direcciones eran «una amalgama de colegas, nepotismo, militares y técnicos». Entre los hombres de confianza del régimen en el sector se cita a Camilo Alonso Vega, golpista en Gasteiz en 1936, Fernando Castiella, los Oriol.. El libro incluye los nombres de los franquistas vascos más destacados en ésta y en otras áreas.
El TOP
Creado en 1964, el Tribunal de Orden Público abarcaba a todo el Estado, pero con fijación especial en Euskal Herria. Analizando los expedientes por provincias y comparándolos con la demografía de cada una, el ránking lo lidera Gipuzkoa seguida de Bizkaia, Araba, Nafarroa, Asturias, Soria y Granada.
Además de otra documentación como la evolución de la población vasca en esas décadas o los nombres franquistas de calles vascas, el estudio de Euskal Memoria aporta una cronología política de toda la época del franquismo en Euskal Herria. A los datos más conocidos –los hechos más relevantes del franquismo, la fundación de ETA y sus primeras acciones...– se le suman otros prácticamente desconocidos hasta la fecha pero que resultan muy ilustrativos de las características de la época y del régimen. Éstos son sólo algunos de ellos, que componen un recorrido vertiginoso por los horrores franquistas.
1940• Fusilamiento del navarro Ricardo Zabalza, secretario del sindicato UGT en el área del campo. Un millar de detenidos en una razia contra refugiados del PNV en Ipar Euskal Herria. Tropas alemanas llegan a Baiona. Dos anarquistas intentan matar a Franco en Hendaia.
1941 • Alemanes matan a al menos dos jóvenes en Baiona. Fusilamientos de varios vascos.
1942 • Ejecutado el autor del atentado falangista de Begoña (Bilbo).
1943 • La Policía franquista detiene a la cadena guipuzcoana de la red Comete.
1943 • Tres aviadores británicos muertos y varios heridos por la Guardia Civil en el Bidasoa.
1944 • Dos muertos en Maule en un bombardeo alemán.
1945 • Seis maquis detenidos en el monte Gorbea.
1946 • Detenida la dirección de la CNT vasca y cien militantes.
1947 • Muere Agustín Unzurrunzaga (ELA), torturado. También fallecen tres maquis en Ibaeta.
1948 • Atentado frustrado contra Franco en La Concha.
1949 • Los vascos Félix Pérez de Lazarraga y Andrés Mellado, ejecutados en Catalunya.
1950 • Muere Txomin Letamendi por torturas.
1951 • El Ejército español comienza a usar Las Bardenas. La Justicia francesa dona a Franco la sede del Gobierno Vasco en París.
1952 • Tres generales y 6.212 soldados participan en maniobras en Araba.
1953 • Huelga del Euskalduna.
1954 • Carlos Arias Navarro, futuro presidente del Gobierno, nombrado gobernador en Nafarroa.
1955 • Militares franceses atacan con cócteles molotov la sede del PCE en Baiona.
1956 • Galíndez, delegado del Gobierno Vasco, desaparece en Nueva York. Euskal Memoria aporta ahora nuevos datos sobre su final.
1957 • Cinco muertos en La Concha al embestir el buque de Franco a una embarcación donostiarra.
1958 • La empresa Vasco-Cantábrica Nuclenor anuncia una central nuclear en Bilbo para fin de año.
1959 • Razia policial contra militantes de EGI. Prohibida la final de bertsolaris, prevista en Bilbo.
1960 • Una iniciativa formada por 339 sacerdotes vascos reivindica los derechos humanos. El Ayuntamiento de Iruñea cede gratuitamente al Opus Dei 150.000 metros cuadrados para que levante su campus universitario.
1961 • Muere en un control en Bolueta un industrial, confundido por la Policía con un dirigente de ETA. Indulto general con motivo de los 25 años del régimen de Franco. Maniobras conjuntas de soldados franceses y estadounidenses en Sokoa.
1962 • Huelgas obreras primero en Gipuzkoa y luego en Bizkaia. Se declara el estado de excepción durante tres meses en estos dos herrialdes. Nuevo atentado fallido contra Franco, esta vez en Aiete.
1963 • Se funda el Tribunal de Orden Público, a partir del Tribunal de Masonería y Comunismo. Histórico Aberri Eguna en Itsasu.
1964 • Aberri Eguna en Gernika, el primero en Hego Euskal Herria desde la guerra del 36. Protestas ante la visita de Franco a Bilbo en junio. En octubre, el dictador celebra la Fiesta de la Hispanidad en Gernika.
1965 • Se permite la lectura del evangelio y epístolas en euskara. Tras diez años de silencio, Radio Euskadi reanuda sus emisiones, desde Venezuela.
1966 • Un inmigrante portugués muere en Martutene por torturas. Franco recibe la medalla de oro y brillantes de Gernika. Comienza la huelga de Bandas de Etxebarri.
1967 • Aberri Eguna en Iruñea. Tres meses de estado de excepción en Bizkaia. Miguel Iturbe, de 17 años, muere a manos de la Guardia Civil en Zugarramurdi.
1968 • Se autoriza la enseñanza del euskara. Aberri Eguna en Donostia. Estado de excepción en Gipuzkoa durante varios meses. Un total de 1.500 intelectuales españoles suscriben un documento contra la tortura.
1969 • Dos muertos en una manifestación contra la contaminación que asola Erandio. Quince presos se fugan de la cárcel de Basauri. Batalla campal en Iruñea entre los carlistas y la Policía franquista.
1970 • Joseba Elosegi intenta inmolarse ante Franco durante los Mundiales de pelota de Donostia. Nuevos estados de excepción frente a las protestas populares contra el proceso de Burgos.
1971 • Consejo de Guerra a varios supervivientes de las manifestaciones de Erandio de 1969, acusados de «ofender a la fuerza armada». El alcalde de Biarritz denuncia que han sido vertidas 4.00o toneladas de residuos radiactivos al golfo de Bizkaia, pero la Agencia Europea de Energía Nuclear dice que no tienen peligro.
1972 • El Ayuntamiento de Donostia concede la Medalla de Oro a Federico Silva Muñoz, ex ministro de Obras Públicas. N’Guyen Van Dong se inmola en Biarritz en protesta por la expulsión de refugiados.
1973 • La prensa afirma que hasta 200 personas han muerto en 1972 intentando cruzar las aguas del río Bidasoa. La Gendarmería termina admitiendo al menos doce de esas muertes. Últimas vacaciones de Franco en el palacio de Aiete. Un CRS detiene en Biarritz a un niño de tres años por alborotar.
1974 • Se dicta arresto domiciliario contra Añoveros, obispo de Bilbo. Expediente de destitución a cinco concejales del Ayuntamiento de Iruñea por no haber acudido al funeral de Carrero Blanco.
1975 • Comienza el conflicto obrero en Potasas de Nafarroa. Más estados de excepción tras los últimos fusilamientos. Jacques Andreu se inmola en Pau por los refugiados vascos.