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La cumbre climática de Durban arranca con un récord de emisiones de gases invernadero en 2010

La Cumbre Climática de Durban (Sudáfrica) comienza hoy, coincidiendo con la publicación de un nuevo informe en el que se constata la aceleración de la emisión de gases de efecto invernadero, que batió records en 2010. Este dato, sumado al fin del Protocolo de Kioto el año que viene, será clave en esta cumbre que finalizará el 9 de diciembre.

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Garazi MUGERTZA

El incremento del contenido de gases en la atmósfera supone la subida de la temperatura media del planeta durante décadas. El secretario general de la Organización Meteorológica Mundial, responsable de presentar el informe, Michel Jarraud, advirtió que aún llegando a frenar las emisiones actuales, «los gases ya presentes en la atmósfera subsistirán allí todavía durante decenas de años y continuarán perturbando el equilibrio de la Tierra» y el clima.

Este aumento altera el escenario del planeta, pues ni siquiera los expertos saben con exactitud las futuras consecuencias, más allá del aumento de las inundaciones, la regresión de los glaciares, la subida del mar y la perdida de biodiversidad, que ya están presentes.

Los científicos tienen claro que mantener el calentamiento en menos de dos grados centígrados, límite a partir del cual la ONU considera que el fenómeno provocará efectos irreversibles, es ya bastante peligroso. Además, en este sentido, el economista jefe de la Agencia Internacional de Energía, Fatih Birol, considera que el incremento de las emisiones, junto con el desarrollo previsto de inversiones en infraestructuras, supone «un serio revés a las esperanzas de limitar el aumento de la temperatura a no más de dos grados» y advirtió que se está rozando la cantidad de aumento en las emisiones de CO2 para mantener ese objetivo.

Los países representados en Durban deberán tener presentes los datos de la organización de la ONU a la hora de hablar sobre reducción de gases y sobre cómo afrontar los efectos del cambio climático. Pero, sin duda, el debate principal se dará en torno al protocolo de Kioto. Este debate ha sido aplazado en las últimas dos cumbres -Copenhague 2009, Cancún 2010- al no llegar a ningún acuerdo referente a la reducción de emisiones de gases que afectan al cambio climático entre los representantes de los países miembros.

En 2009 pactaron mediante un acuerdo no vinculante ayudar económicamente a los países empobrecidos para afrontar los efectos del cambio climático, que estuvo marcado por una gran polémica interna y externa, con protestas en las calles y críticas por parte de distintas organizaciones. En 2010, tampoco cerraron la disputa, dejando para este año la decisión de un posible acuerdo sobre la sustitución o prórroga del protocolo.

Otros puntos a debatir serán, por un lado, el compromiso que los países industrializados tomaron el 2009 en Copenhague, que implicaba la movilización de 100.000 millones de dólares al año hasta 2020 para los países empobrecidos a través del llamado «Fondo Verde». Según la ONU este fondo está vacío. Por otro, la medida adoptada en la Cumbre de Cancún sobre reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación (REDD). Esto supone que se puede continuar talando bosques, siempre y cuando se deje una porción reglamentaria sin deforestar, pero en ningún momento se obliga a la reforestación, es decir, se aminora la deforestación pero no se combate.

Ahora, en vísperas de que expire el único acuerdo jurídico y a gran escala sobre restricción de emisiones de gases invernadero, la Cumbre de 2011 llega con grandes expectativas y posiciones muy marcadas. De entrada algunos países como Japón, Canadá y Rusia han declarado que no están dispuestos a adquirir compromisos vinculantes para un segundo periodo del protocolo a partir de 2012. EEUU también ha anunciado en repetidas ocasiones que no aceptará las reglas de otro Protocolo de Kioto. En cambio la Unión Europea mostró desde hace tiempo su compromiso de seguir con la reducción de la emisión de gases invernadero, pero no ve rentable prorrogar el protocolo si los países que más contaminan no lo hacen. Opiniones divididas que durante estos doce días tendrán que llegar a un acuerdo si de verdad pretenden mejorar la situación actual y futura.

EEUU y China

Los países que más gases de efecto invernadero emiten son EEUU y China. EEUU, el país más enriquecido del mundo, y China, un país en desarrollo, suman más del 40% de las emisiones. Estos últimos años es China quien encabeza la lista con un 24% y EEUU con un 18%.

En el caso de China, que firmó el protocolo de Kioto en 2002, no se le ha exigido reducir sus emisiones por ser un país en desarrollo. Cierto es que la cantidad de emisión de este país supera la del resto, pero hay un factor importante que hay que tener en cuenta y es la cantidad de habitantes que posee en comparación con el resto de países, más de 1.300 millones. Esto supone que China en su totalidad emite gran cantidad de gases pero si se divide entre la población esa cantidad es más proporcionada y ampliamente superada por EEUU, que posee más de 300 millones de habitantes. Por lo general, un chino consume el 15% de energía que consume un estadounidense. Además, China, al ser un país en desarrollo, exige que, como antes los países ahora desarrollados, tampoco tenga ningún límite de este tipo a la hora de avanzar en su desarrollo. Cosa que EEUU y otros países no admiten, pues al ser el mayor emisor de gases creen que debe de tomar medidas proporcionales para reducirlas.

EEUU, que nunca ha firmado el Protocolo de Kioto y se ha posicionado siempre en contra, ha sido muy criticado por el leve compromiso que ha demostrado a la hora de tomar medidas contra el cambio climático. El experto en cambio climático del Centro no gubernamental para la Ciencia y el Medio Ambiente de Nueva Delhi, Anju Sharma, ya denunció hace años que «EEUU trata de sabotear el Protocolo de Kioto y reemplazarlo con acuerdos bilaterales en los que él es el principal socio».

La voluntad y el compromiso de estos dos países tendrán un gran peso a la hora de decidir si el protocolo continúa o es sustituido.

Protocolo de Kioto

Será el corazón del debate y estará en el punto de mira de todas las organizaciones, expertos, científicos y periodistas. A falta de un año de que finalice su trayecto, el Protocolo de Kioto es el centro de la Cumbre Climática de Durban.

El protocolo fue adoptado en 1997 y entró en vigor en 2005 El objetivo de este acuerdo internacional es el de reducir las emisiones de seis gases de efecto invernadero, que causan el calentamiento global -el dióxido de carbono (CO2), gas metano (CH4), óxido nitroso (N2O) y tres gases industriales fluorados- en un porcentaje aproximado de al menos un 5% entre 2008 y 2012, respecto al año 1990. Este porcentaje equivale a la reducción global, para lo que cada país deberá reducir un porcentaje adaptado a la cantidad que emite. La disminución esencial está en el uso de energías fósiles -petróleo, gas natural y carbón- que producen dos tercios de las emisiones mundiales.

Uno de los puntos débiles del protocolo, que más debate causa, es la ausencia de EEUU y los grandes países emergentes que, por su condición, no tienen la obligación de cumplir las reglas del protocolo, entre los que se encuentra China. El hecho de que limite a tres los gases a reducir también es una deficiencia que, con el progreso del protocolo y la correcta aplicación, se debería ampliar. En 2009 eran 187 los estados que ratificaron el protocolo.

El pasado año, según el informe publicado por la OMM, aún con el protocolo en vigor, la emisión de gases aumentó el 1,4% respecto al año anterior. Es el mayor incremento que ha habido en los últimos siete años, que se explica con el aumento de la actividad industrial tras la crisis económica y el uso generalizado del petróleo, el carbón o el gas natural. Precisamente el que más rápido ha aumentado es el dióxido de carbono, que es el responsable del 64% del efecto invernadero. Otros gases como el metano (CH4) y el óxido nitroso (N2O) también se incrementaron, aunque en menor intensidad. El impacto de este último gas sobre el clima en un periodo de 100 años es «298 veces mayor al del dióxido de carbono, en emisiones iguales» según el informe.

Con unos datos alarmantes sobre la mesa y un futuro con consecuencias inciertas, tanto los científicos, los expertos y las organizaciones no gubernamentales, como Greenpeace, coinciden en la necesidad de tomar medidas que frenen el incremento y reduzcan las emisiones de gases invernadero o prorrogar el Protocolo de Kioto en esta Cumbre en Sudáfrica sin postergar una vez más la decisión.

Denuncia de Greenpeace

La organización no gubernamental en defensa del medioambiente Greenpeace ha publicado un informe en el que denuncia la presión hacia ciertos responsables políticos por parte de las industrias más contaminadoras.

En el documento presentado, señala a las compañías que, según la organización, están interfiriendo en la negociación climática internacional. Entre ellas se encuentran Eskom, BASF, ArcelorMittal, BHP Billiton, Shell y Koch Industries, así como una gran variedad de asociaciones industriales.

Para la divulgación del informe en el que expone las presiones a los gobiernos de países clave en lucha contra el cambio climático, Greenpeace pregunta «de qué pasta están hechos» líderes como José Manuel Durao Barroso, presidente de la Comisión Europea, Barack Obama, presidente de EEUU, Stephen Harper, primer ministro de Canadá o Jacob Zuma, presidente de Sudáfrica. A la vez, demandan a los Gobiernos que «escuchen a la sociedad y no a los responsables del cambio climático».

«Estamos asistiendo a la continua publicación de informes que no hacen más que demostrar que el cambio climático y los desastres que se le asocian son causados por la actividad humana y que es urgente actuar» declaró Aida Vila, responsable de la campaña de Cambio Climático de la organización.

Centroamérica llevará una única voz a la Cumbre Climática

Ministros de Medioambiente de Centroamérica se reunieron el pasado martes para analizar la estrategia regional sobre combate a los impactos del cambio climático que pretenden exponer en la Cumbre Climática de Durban.

América Central, a pesar de producir sólo el 0,5% de las emisiones de gases invernadero, es una de las zonas del mundo que más sufre las consecuencias del cambio climático.

Además, la región prepara un informe de los desastres naturales ocurridos los últimos años, que dejan cientos de muertos y millones de dolares en pérdidas materiales. G.M.

 

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