Unas cuarenta mujeres se reunían el pasado martes en asamblea en Urruña. Muchas de ellas no se conocían entre sí y algunas acudieron para conocer la asociación Andere Nahia

No hizo falta mucho esfuerzo para romper el hielo, ya que cada una se presentó brevemente. Sofrólogas, pasteleras, costureras, asesoras en gestión de empresas, en relaciones humanas, comerciantes en cosmética biológica, especialistas en construcción de páginas web, organizadoras de seminarios y congresos para empresas, monitoras de técnicas de relajación a través del canto, traductoras... Todas ellas han creado su propia empresa o están a punto de hacerlo, como una enfermera novel que en breve va a lanzarse en una técnica de eliminación de piojos sin productos, que existe en más de diecisiete países pero que es desconocida en el Estado francés.

La energía y dinamismo que caracteriza a Andere Nahia quedó reflejada en las entrevistas recogidas en un video donde varias mujeres explicaban sus experiencias, el apoyo recibido y el progreso realizado por la propia asociación respecto a la capacidad de acoger y ayudar a nuevas compañeras.

Es evidente que existen muchos colectivos de este tipo dirigidos a las mujeres, también en Ipar Euskal Herria. Sin embargo, esta asociación con sede en Ezpeleta es un tanto particular. Creada hace ahora justamente diez años por un grupo de mujeres que se conocieron en un cursillo de Accea-Lan Berri para la creación de empresas y a las que los conocimientos adquiridos en él se les quedaron cortos, Andere Nahia se puso como objetivo cubrir las lagunas con las que ellas mismas se encontraron al llevar a cabo su proyecto empresarial.

Integralidad

Constataron que a la dificultad añadida por ser mujer a la hora de hacer creíble su proyecto profesional tanto en los ámbitos financieros como, a menudo, en el propio entorno familiar, se agregaban otros aspectos que normalmente no se tienen en cuenta en las estructuras ya existentes que se dedican más a aspectos técnicos, administrativos o jurídicos.

Faltaba una integralidad, una asunción global de todos los aspectos que como mujer y persona repercuten en las emprendedoras a la hora de decidirse a implantar su propia actividad.

Así, decidieron empezar a reunirse para compartir experiencias, trucos, ideas, consejos, información y formación. El objetivo primordial era estudiar, analizar y compatibilizar sus aspiraciones profesionales con otros ámbitos personales y/o familiares y sociales que raramente son contemplados cuando se analiza la viabilidad de un proyecto empresarial. En una palabra, crear una sinergia común, romper el aislamiento y madurar el proyecto de cada cual para acompañarla y empujarla, si hiciese falta, a «tirarse a la piscina».

Es más, el acompañamiento que ofrece Andere Nahia va más allá de la instalación ya que contempla la fase de consolidación, adecuación y formación para las nuevas situaciones que puedan generarse e, incluso, el posible fracaso del proyecto, un momento en el que el apoyo y hasta el empujón para decidir la bajada de persiana son de gran ayuda.

De hecho, se han dado casos de mujeres que no han logrado su objetivo en el primer intento pero cuya experiencia constituye una aportación más para las demás y también para sí misma a la hora de volver a intentarlo.

En sus diez años de andadura, han acompañado (y lo siguen haciendo) a casi 300 mujeres emprendedoras a hacer realidad sus proyectos en diferentes sectores de actividad con las armas de la escucha, el apoyo técnico y psicológico, la unificación de medios y el intercambio de experiencias. Es más; se han hecho un hueco en el tejido económico de Ipar Euskal Herria y se han ganado el respeto de entidades oficiales (cámaras de comercio o de oficios, de empleo o auto-empleo, financieras, de formación...).

Misma filosofía

Cara al futuro, la pretensión de estas mujeres es clara: consolidar y perennizar su actividad y, por qué no, hacer que se extienda a otros territorios. De hecho, desde el foro que celebraron el año pasado y en el que participaron también mujeres de asociaciones de Hego Euskal Herria, están ya trabajando en ese horizonte. Y es que en los diferentes intercambios han constatado que no existen estructuras equivalentes a la de Andere Nahia, por lo que han abierto la puerta a la posibilidad de crearlas, eso sí, en base a la misma filosofía que les anima.

Para garantizar que esta premisa se cumple, están ultimando un manifiesto donde se recogen los principios fundacionales que resumieron de este modo: «Somos mujeres, emprendedoras, solidarias, que compartimos nuestra experiencia y competencias, que trabajamos en favor de la igualdad entre hombres y mujeres, por la independencia financiera de las mujeres, para que las mujeres tengamos un sitio más justo en el mundo económico y para abrir nuestra asociación a otros grupos de mujeres».

Como guinda del aniversario, una de las componentes de Andere Nahia demostró su savoir faire en el ámbito en el que trabaja y ofreció una danza al son de la txalaparta donde expresaba con elegancia la fuerza de la solidaridad entre estas mujeres. Una tarta con diez velas, elaborada por supuesto por otra compañera que desarrolla su actividad en el sector de la repostería, puso fin a esta asamblea un tanto particular, poco formalista pero en la que la formalidad de la asociación y su apuesta decidida por recorrer, como mínimo, otros diez años quedaron meridianamente claras.