En la edición de Mendia del pasado 4 de julio proponíamos una excursión panorámica de reconocimiento por el macizo de Dulla, en Burgos. Aquella sugerencia nos dio pie a volver, ahora con una salida más ambiciosa, para pisar algunas de sus cimas e intimar con sus afamados aunque todavía desconocidos canales.

De nuevo viajamos hasta Villamartín de Sotoscueva, una de las puertas de Dulla. La otra es Quintanilla de Valdebodres, en el otro extremo. Los excursionistas se encuentran en las Merindades, y más en concreto dentro del espacio protegido «Ojos de Guareña», que también puede visitarse en este viaje.

La aldea situada al pie de las verticales murallas es el punto de inicio de esta incomparable excursión montañera. En las cercanías de su iglesia se inicia el circuito balizado, la PR BU-33 de las tradicionales bandas blanquiamarillas, tomando el sentido contrario a las agujas del reloj, que circula a distancia y en paralelo respecto al alargado y atractivo farallón.

La propuesta para este recorrido consiste en ascender hasta la base de las paredes, para seguir por un magnífico y estrecho sendero-balcón en busca del puerto «Puerta de la Raya,» acceso natural hacia las cumbres del macizo. El excursionista buscará el momento oportuno en el que la inclinada pendiente se suaviza para ascender -aunque también puede hacerlo cuando quiera y lo estime oportuno-, que no es otro que la antigua cantera de arena, que se reconoce como una hoya en el terreno.

Siguiendo sendas de ganado, el montañero -en corta pero intensa ascensión- se coloca al pie del «frontón». La travesía transcurre hacia la derecha, mirando a menudo hacia arriba, y resulta hermosa y sencilla, sin problemas, y proporciona una magnífica perspectiva para obtener espectaculares fotografías.

En el recorrido, como referencia, se cruzan dos cuevas, refugio hoy de ganado, horadadas en la pared, y una ataka antes de alcanzar el paso citado.

Es el momento de ir hacia las cimas. Primero hacia la derecha en corto y suave recorrido por el cordal cimero para pisar en breves minutos Haza de la Sierra (1.089 m), que ofrece un panorama diferente a los habituales.

Reconocer cordilleras es un juego agradecido. Hacia el S/E se despliegan los admirados canales de Dulla pero, antes de ir hacia ellos, volverá el mendizale hasta la puerta de la Raya e iniciará la travesía del cordal septentrional, hasta el impresionante corte puerta de Dulla, pisando antes la catalogada y más alta cima del sistema, Dulla (1.143 m-buzón), y enfrente de la majestuosa proa de La Muela, inexpugnable por esta ladera.

La sugerencia es ir en busca de Quintanilla de Valdebodres, por el canal de Valdecastro. Perderá altura el deportista por una ancha ladera, al borde el canal de la Mata a la izquierda, para disfrutar de los espectaculares cortes y el citado a la derecha.

El excursionista tenderá a caminar inclinándose hacia la derecha, por sendas de ganado, para penetrar en el umbral de Valdecastro por la pendiente menos expuesta. Una vez dentro de ella, un perfecto camino, limpio y natural, conduce a los montañeros hacia la confluencia de los barrancos de Campo La Coza y Canal de La Mata (Dulla en el mapa del Parque), pasando antes por la ruinas de Casa Arnaiz. Este trayecto es un espectáculo y una fantasía inolvidables, un mixto de roquedal y vegetación exuberante.

Un kilómetro antes de Quintanilla llega la confluencia con el Barranco de la Muela (Mata en el del Parque), que será al N, izquierda, la ruta al N de regreso para cerrar el círculo planeado. Es una cañada agradecida, se sigue las balizas del BU 33, de suaves contornos, que completa el conocimiento de un sector de este espacio natural que protege la administración de Castilla y León. En el puerto de Arroya, sobre Villamartín, queda otra ascensión, facultativa, cercana y de poco esfuerzo, terciando a la derecha, por ancho camino pista, el montañero pisará la primera cota de otra larga sierra, la Peñota (983 m).

Pocos minutos después, los excursionistas llegarán a las calles de Villamartín, donde se recordará esta recomendable ruta montañera. [Observamos diferentes toponimias para los canales. En este Ibiliz-ibili hemos tomado nomenclaturas de los mapas del Parque y de Pyrenaica, que difieren entre sí].