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Primera victoria foránea de la temporada

Cornellà también se torna accesible

Los rojillos se complicaron la vida en un partido que tenían controlado en el minuto 49 cuando consiguieron el 0-2. La salida en falso de Andrés, que costó el gol periquito, y la expulsión de Satrustegi, obligaron a apretar los dientes y gestionar el último cuarto de hora.

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ESPANYOL 1

OSASUNA 2

Natxo MATXIN

Ha costado, pero por fin llegó. Después de acariciar el primer triunfo a domicilio en Granada y Getafe, Osasuna por fin lo consiguió en su visita a Cornellà-El Prat, un estadio en el que se estrenaban los rojillos coincidiendo con el partido número 50 en Primera de dicho escenario.

Y fue con mucho sufrimiento, pues la escuadra navarra se complicó la vida a medida que avanzaban los minutos, después de que tuviese el envite prácticamente controlado tras el 0-2 conseguido en el minuto 49. Primero una cantada de Andrés Fernández, y luego la expulsión de Satrustegi a falta de un cuarto de hora para el final, resucitaron pasados fantasmas en los que el equipo anfitrión había acabado empatando el choque.

Pero en esta ocasión no se produjo, en parte porque los de Mendilibar supieron gestionar la situación -apenas estuvo el balón en juego, con muchas tarjetas y parones- y porque el Espanyol echó mucho en falta la ausencia de hombres resolutivos, como Pandiani y Sergio García. El esfuerzo sí que tuvo premio esta vez, y Osasuna escala a una cómoda situación en el séptimo puesto, a seis puntos de las posiciones de descenso.

Aún cuando el envite entre blanquiazules y encarnados sumó más goles de los inicialmente previstos, la realidad es que fueron fruto de una eficacia tremenda por parte de ambos conjuntos, que materializaron prácticamente casi todas las oportu- nidades claras de que dispusieron. Las rojillas, originadas por dos buenas acciones individuales, y la local, consecuencia del garrafal error del guardameta osasunista que dio paso al gol.

Algo normal si se tiene en cuenta que el envite transcurrió por los derroteros de continuas imprecisiones, motivadas por la adelantada línea de presión que pusieron en práctica ambos contendientes y que, en el caso visitante, finalizó a raíz de ponerse con dos goles de ventaja.

Achuchar al rival y esperar su error fue la táctica, que a la postre le salió bien, de un Osasuna a la expectativa, preocupado por cortocircuitar la línea de creación blanquiazul, que notó la ausencia de Márquez, y taponar las bandas.

En esa última faceta, los laterales tuvieron labor a destajo, sobre todo para tratar de frenar al velocísimo Weiss. El esloveno expulsó a Satrustegi -la segunda amonestación fue muy rigurosa- y forzó otra amarilla a Damià. Afortunadamente para la suerte navarra, las penetraciones y centros del futbolista esloveno cedido por el Manchester City no fueron rentabilizados por sus compañeros.

Goles en momentos decisivos

Buena parte de culpa de que finalmente Osasuna se llevase el gato al agua la tuvo el momento en el que obtuvo los goles. El encuentro era de empate a cero en el descanso, pero Raúl García se sacó otra sutileza de la chistera al filo de marcharse a vestuarios para que Lamah se estrenase como goleador en Liga.

Sin duda, ello obligó a que el técnico local, Pochettino, reaccionase con dos cambios sin iniciarse la segunda parte. Y la esperada reacción local se acabó de colapsar cuando Nekounam lanzó un misil zurdo antes de que la grada se hiciese ilusiones.

Sólo los errores propios a punto estuvieron de variar una dinámica bien encarrilada. Tras la goleada del Bernabéu y la mala imagen exhibida ante el Rayo Vallecano, los de Mendilibar necesitaban un resultado favorable como el comer. La plantilla lo sabía y, a diferencia de anteriores choques, no bajó los brazos cuando la coyuntura se puso muy cuesta arriba.

Con dos líneas de cuatro y un Nino de palomero -el andaluz se quedó por primera vez en el banquillo-, Osasuna contuvo las acometidas, más a la desesperada que racionales, de un Espanyol que tenía el control de la pelota y se encomendaba al papel desequilibrante de Weiss, pero que tampoco construyó lances con un peligro verdadero como para hacer temer por el triunfo.

En definitiva, un triple que devuelve la confianza -si es que alguna vez se perdió- al seno del plantel rojillo, y demuestra que el equipo sabe acomodarse no sólo en lo que se refiere a la manera de encarar un partido con otras armas, sino también a la hora de gestionar con solvencia los momentos más complicados. El bloque rojillo deberá confirmar esta tendencia ante un Betis en caída libre.

Mendilibar: «Esta victoria nos viene muy bien para creer en lo que estamos haciendo»

Tres puntos para hacer olvidar recientes malos resultados, pero sobre todo para afianzar la autoestima, que siempre resulta cuestionada cuando el rendimiento del marcador no es el apetecido. Así lo vio también el técnico rojillo, José Luis Mendilibar, para quien «esta victoria nos viene muy bien para creer en lo que estamos haciendo».

«Vamos a estar tranquilos, cuanto más lo estemos mucho mejor -avisó el preparador de Zaldibar-. Tenemos que pensar ahora en el puesto 18 y jugar cada partido para ganarlo, pero no vamos a hablar ahora de ir hacia arriba», quiso alejar las euforias el míster osasunista.

Mendilibar analizó el envite frente a los periquitos, pero especialmente los cambios que incluyó en su once con vistas a enmendar la mala racha foránea. «Hemos jugado con dos delanteros más, Lamah y Cejudo, para dar un poco de chispa al equipo. Depende de quien mire el dibujo dirá que es un 4-2-3-1 ó un 4-3-3», reflejó.

En cuanto a su opinión sobre los dos lances más conflictivos del choque y en los que Osasuna salió mal parado -el gol anulado a Raúl García y la expulsión de Satrustegi-, el entrenador vizcaino señaló que «me han dicho que no se ve que sea fuera de juego y la segunda amarilla me ha pillado lejos, pero la que no debería haberle sacado era la primera».

El técnico periquito, Mauricio Pochettino, confesó, por su parte, que era el primer partido de la temporada en el que se iba «decepcionado». «En la primera parte nos ha costado horrores desplegar nuestro juego, quienes generan fútbol no han estado a su nivel, sino apáticos, y no nos hemos activado. Sus dos goles llegan de errores nuestros», enjuició.N.M.

El triunfo desequilibra la estadística

Con el 1-2 cosechado ayer, Osasuna vuelve a tomar el mando de una estadística favorable cada vez que visita a los periquitos en su último periplo en Primera. A partir de la 2000-01, la escuadra navarra ha ganado ya en cinco ocasiones en el feudo espanyolista. La plantilla regresará al trabajo hoy, a partir de las 10.30 en las instalaciones de Tajonar.

El juvenil cae en su visita al Casablanca

El juvenil de División de Honor no pudo continuar con su racha victoriosa y cayó (2-0) en su visita al Stadium Casablanca. Los de Mateo están ahora en la quinta plaza, a cinco puntos de la cabeza, ocupada por el Athletic. El de Liga Nacional empató en Lizarra, mientras que cadetes e infantiles saldaron sus compromisos con victorias.

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