Quiéreme para ganar
Joseba VIVANCO
Enemigo militante del exitismo, Bielsa tiene un punto sadomasoquista que le hace recrearse en la derrota, como forjadora de un futuro ganador». Así lo describía hace poco el periodista y columnista deportivo Fermín de la Calle. Él lo ha dicho, de donde aprende es de los fracasos. Esta semana pasada ha sido la del tercer grado periodístico a jugadores y al propio técnico argentino sobre el peligro de tanta adulación mediática. Como si algunos hubieran descubierto al Athletic 113 años después. Los futbolistas, adbucidos a estas alturas como `espartanos' para la causa de este `Leónidas' de los banquillos, respondieron con los pies en el suelo. Hasta el más lenguaraz de todos, Iker Muniain, dijo que «el `mister' nos está poniendo las pilas». Faltaría más. Marcelo ha aleccionado ya a sus `300'; ahora, toca implicar al resto de su ejército, a la afición. Lo de ayer podía pasar, ha pasado y pasará. En cierta ocasión, reflexionó Bielsa: «No me quieras porque gané, necesito que me quieras para ganar». ¿Recuerdan aquel titular de Josu Urrutia en campaña electoral? «El binomio Bielsa-San Mamés puede ser de alto voltaje». Contra el Barça sí, pero también debe serlo ante Granada, Racing o Zaragoza. Ayer lo fue. Estuvo volcado. De diez. Es sabio. Como dijo alguien una vez, huye de los elogios pero trata de merecerlos.