PRIMERA FEMENINA Triunfo rojiblanco
Exigencia máxima para mantener el ritmo
El Athletic tuvo que esperar hasta la recta final para imponer su superioridad. Décimo triunfo de las rojiblancas, que se mantienen a dos puntos del líder.
ATHLETIC 3
LEVANTE 1
GARA | LEZAMA
Visto lo visto, Athletic y Barcelona se van a jugar el título en sus dos enfrentamientos directos. Salvo el tropiezo frente a un Sporting que llegó a Lezama en su mejor momento, las rojiblancas no han cedido un solo punto y han ofrecido, además, su mejor versión ante los rivales llamados a disputarles el título de Liga. Qué decir del líder, que bate récords contando sus encuentros por victorias.
Los números, sin embargo, no siempre reflejan la realidad con exactitud. Algo así sucede con el encuentro que disputaron ayer Athletic y Levante, en el que las rojiblancas fueron superiores a su rival, sí, y se llevaron los tres puntos con merecimiento, también, pero en el que el conjunto valenciano vendió su piel más cara aún de lo que se esperaba.
Con candado
El entuerto no se deshizo, de hecho, hasta la recta final. En la primera parte, las blaugranas, muy bien posicionadas y sin fisuras entre líneas, hicieron sufrir al Athletic. Un tanto desconcertadas, las bilbainas tampoco tenían la puntería de otras ocasiones. Nekane y Eli Ibarra, en dos extraordinarias ocasiones, ambas a puerta vacía, no pudieron adelantar a su equipo. Las dos protagonistas, por fortuna, pudieron resarcirse un suspiro antes del descanso: la elgoibartarra sirvió para que su compañera firmara de cabeza el 1-0.
Claro que la alegría iba a durar poco más allá del descanso. Un despiste defensivo en un contragolpe significaría el empate tras una gran volea de Alicia ante la que Ainhoa poco o nada pudo hacer.
El empate resultó el detonante para el resurgir de las de Fuentes, que a partir de ese momento cercaron la puerta levantinista. Irene, justificando su fichaje a cada día que pasa, rozó el palo y luego estrelló otro balón, también con la cabeza, en el larguero. La salida de Manu también resultó providencial para las bilbainas: se escapó en una contra y dio el pase de la muerte a Erika, para que ésta empujara al fondo de las mallas el 2-1. Diez minutos después, la navarra repitió, apuntillando con la testa a las azulgranas, que ya no pudieron responder como lo habían hecho durante gran parte de la contienda.