Mientras en la mayoría de los rotativos madrileños algunos, los perdedores, hacen lo que pueden por taponar la hemorragia, y los otros empiezan a preguntar a Rajoy qué hay de lo suyo, en algunos diarios digitales estos días se pueden encontrar auténticas perlas, como la que firma Enrique de Diego en Elsemanaldigital.com. Tras el elocuente título de «Patriotismo y Rajoy», el autor se congratula porque «el triunfo del Partido Popular tiene un alto contenido patriótico, como se puso de manifiesto de manera espléndida entre el público congregado ante el balcón de Génova para celebrar la victoria coreando el `que viva España' y el `soy español, español, español'». Se ve que le moló ver a la chavalería facha dando la nota. Después de expresar su confianza en el ganador, «no me cabe duda de que Mariano Rajoy es un patriota cabal», el columnista se viene arriba y afirma que «la oleada de patriotismo que ha recorrido España, y que no hará otra cosa que crecer, ha erradicado al socialismo y ahora va a plantar cara al separatismo. Le ha llegado el turno. Porque estamos hartos de los separatistas, de sus continuas ofensas, de sus retos nunca contestados, de sus insultos a España y a sus símbolos, a nuestro himno nacional y a nuestra querida bandera». Vaya, que no nos aguantan a quienes no nos gustan ni su España, ni sus símbolos, ni su himno, ni su querida bandera. Pues como nosotras tampoco les aguantamos, la cosa está fácil, ¿no? Que nos dejen en paz y cada uno por su lado.

Pero a De Diego no le gusta la idea, y advierte: «El separatismo catalán no puede hacer pinza con el vasco, que ha oscilado hacia el terrorismo, porque lo infectaría y degradaría», y tras alertar a los suyos de que «es previsible que esa distancia entre el separatismo vasco y catalán haga que, durante un tiempo, el PP busque el acerca- miento a CiU, bajo ese espejismo del nacionalismo moderado», manda un recado a Rajoy y los suyos: «La base social del PP se opondrá, sin duda alguna. Si el PP cediera, asumiría los mismos riesgos de desaparecer por el sumidero de la historia que han sido letales para el derrotado partido socialista». Está claro que los ultras andan crecidos. Habrá que cortar amarras lo antes posible.