El Ibex pudo inclinar la balanza al cierre hacia el lado de las ganancias, después de una sesión de altibajos en la que se alternaron las ganas de tomar beneficios y la ilusión de una decisión en Europa favorable a los estados con problemas de deuda. Mientras, los inversores pudieron analizar el aviso de Fitch a Estados Unidos, al que mantiene la triple A pero ahora con perspectiva negativa, y la suspensión de pagos de American Airlines, otra víctima más de la situación económica. A este lado del Atlántico, las noticias negativas abundaban. Así, Italia sigue sumando puntos para convertirse en el próximo estado a rescatar, aunque sea por medios diferentes a Grecia, Irlanda y Portugal. La rentabilidad de sus bonos a tres años saltó hasta el 7,89%. También se colocaba el Estado francés en el escaparate ante los rumores de una cercana rebaja de su nota crediticia. Y, como todos los días, se deslizaban informaciones contradictorias sobre los mecanismos a emplear por el Fondo de Rescate Europeo, el BCE y el FMI, sin que nada llegara a concretarse. Por tanto, un feo panorama que no impidió al Ibex terminar con una subida del 0,10%, hasta los 8.128 puntos. Los avances en Fráncfort (+0,95%), París (+0,46%) y Londres (+0,46%) fueron más significativos. Del Ibex, destacaron las subidas de Bankia (+3,51%) y Abertis (+2,47%), mientras que Inditex y Mediaset encabezaron las caídas al restar más de un 1%. Entre los grandes, sólo Repsol e Iberdrola registraron ganancias. En París, el más beneficiado fue Cap Gemini (+2,77%). Los títulos de Alcatel-Lucent (-2,26%) sufrieron las mayores pérdidas.