El disparo de varios cohetes desde el sur de Líbano contra Israel fue respondido con el lanzamiento de varios obuses contra su vecino del norte, sin que se produjeran víctimas. El movimiento Brigadas de Abdallah Azzam, vinculado a Al-Qaeda reivindicó la acción contra «los asentamientos enemigos en el norte de la Palestina ocupada, y alcanzaron su objetivo».

Según medios israelíes, cuatro cohetes impactaron en territorio israelí causando daños en una vivienda y provocando un pequeño incendio que fue rápidamente sofocado. Un quinto proyectil no llegó a explotar. La artillería israelí respondió disparando varios obuses contra el sur de Líbano, en lo que tachó de represalia «limitada y selectiva».

El intercambio de disparos coincidió con el aniversario de la aplicación del plan de partición de Palestina por mandato de la ONU en 1947. En setiembre de 2009, las Brigadas Abdallah Azzam-Batallones Ziad el-Jarrah reivindicaron un ataque similar por el aniversario del 11-S.

El Ejército libanés, que no pudo identificar a sus autores, afirmó que uno de los cohetes fueron disparados desde cerca de la localidad de Rmaish, situada en una región controlada por el poderoso Hizbulah.

La misión de la ONU en Líbano confirmó el ataque y anunció el despliegue de refuerzos para evitar «nuevos incidentes».

El Ejército israelí responsabilizó al Gobierno y a las Fuerzas Armadas libanesas.

El presidente libanés, Michel Suleiman, lamentó el incidente, que calificó de «aislado». Washington, que lo consideró una «provocación», y París pidieron «contención», mientras que la ONU reclamó «moderación» para evitar una escalada de las hostilidades.