La guerra sicológica previa a la final del Cuatro y Medio, activada en torno al estado físico de Aimar Olaizola, vivió ayer un nuevo episodio tras la negativa del pelotari y su empresa a ofrecer ninguna información en torno al estado del dedo índice de la mano izquierda del de Goizueta, tras la que debía ser prueba definitiva para confirmar su presencia en la final del domingo día cuatro. En principio, a falta de ningún comunicado en sentido contrario, y tras la confirmación de la fecha de mañana a las 12 para la elección de material en el Bizkaia, se entiende que la final se jugará este domingo, pero estos extraños movimientos y la existencia de ciertos contactos empresariales por la tarde abren el abanico de posibilidades.

Por la mañana, el entrenamiento anunciado desde la semana pasada como clave se llevó a cabo «clandestinamente», ya que al contrario que los dos anteriores -a puerta cerrada pero con entrada a los medios al término del mismo- no se anunció y el pelotari no quiso hacer declaraciones ni siquiera a la web de su empresa, que había colgado los vídeos de sus dos comparecencias anteriores.

Lo único que llegó a transcender es que ayer volvió a ejercitarse al lado de Oinatz Bengoetxea, que también le acompañó el sábado pasado, cuando el delantero de Goizueta comenzó a pelotear con cierta soltura desde los cuadros cuatro y cinco con su mano izquierda.

Contactos empresariales

Este proceder de Aimar Olaizola y Asegarce hizo saltar todo tipo de rumores y especulaciones en torno a la recuperación del de Goizueta y un posible nuevo aplazamiento. De hecho, Radio Euskadi habló a última hora de la tarde de la existencia de contactos entre ambas promotoras en este sentido. Fuentes empresariales negaron a GARA que ayer se tomara ninguna decisión, pero tampoco desecharon que hoy pueda haber novedades. De momento, el Juez de Competición de la LEP.M, Borja Osés, no recibió ayer ninguna solicitud de aplazamiento por parte de Olaizola II.

El calendario es el principal handicap para conceder otra semana más, ya que las empresas tienen programado el I Torneo Bizkaia dentro del cinco y medio la próxima semana en el frontón Miribilla que, albergaría tres festivales en apenas cuatro días; las semifinales del torneo el jueves, la final del mismo el sábado y la final de primera de la jaula el domingo.

Este repentino mutismo no sólo crea incertidumbre en su rival, Juan Martínez de Irujo, sino también en los 3.000 aficionados que han adquirido la entrada para la final.

En el caso del vigente campeón de la distancia, el de Ibero no quiso hacer ningún tipo de valoración hasta que se confirme la fecha de la final y ha seguido manteniendo su plan inicial de entrenamiento, contando con que la final se jugará este domingo, ya que su empresa no le ha comunicado nada en sentido contrario.

De hecho, el lunes volvió a acercarse al frontón de Miribilla, donde se ejercitó durante 90 minutos junto a Jon Jaunarena, bajo la supervisión de Jokin Etxaniz y su botillero Patxi Eugi. Tras esa sesión, el de Ibero señaló que desde el jueves pasado ha dejado de leer la prensa y de navegar en internet, tratando de aislarse y de preparar la final como si nada hubiera ocurrido.

El delantero de Aspe en todo momento se mantuvo al margen de la decisión sobre el aplazamiento y entiende que debe estar al 120% si quiere ganarle la final a Aimar Olaizola. «Va a ser una final durísima y para ganar tendré que jugar incluso mejor que en la semifinal».