La violencia en Yemen, con la persistencia de los choques armados, pone en peligro el acuerdo sobre una transición pacífica en el Gobierno con la salida del presidente, Ali Abdalah Saleh, a pesar de algunos avances políticos.

En dos días, 21 personas han muerto en los bombardeos por parte unidades militares leales a Saleh en Taez, controlada por la oposición. En la capital, Sana'a, diferentes barrios siguen bajo control de fuerzas rivales.

«Sin una tregua, el acuerdo no tiene ningún sentido», dijo el viceministro de la Información, Abdu Janadi, fiel a Saleh.

El designado primer ministro, Muamad Basindawa, un destacado opositor, amenazó con renunciar a la tarea de formar un nuevo Gobierno de unidad si no cesan de inmediato los bombardeos en Taez.