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DATOS DEL PARO EN NOVIEMBRE

Las reformas, «ineficaces» para crear empleo estable

 

Juanjo BASTERRA | BILBO

El último informe de «Seguimiento y Evaluación de la calidad del empleo» de UGT confirma que la última reforma laboral de 2010 fue «ineficaz» para crear empleo estable, porque se están produciendo contratos de trabajo, «pero de carácter precario» y «se ha abando- nando la idea de establecer relaciones laborales indefinidas» por parte de los empresarios.

A esta conclusión se unió ayer el presidente de la Cámara de Comercio de Bilbao, José Angel Corres, que reconoció que «no está solucionando los elevados niveles de paro». De hecho, el sector crítico de CCOO destaca que «para crear empleo en cantidad y de calidad es imprescindible una profunda reforma fiscal y el combate contra el escandaloso y masivo fraude fiscal», aunque añaden que «la última reforma laboral, y todas las habidas desde 1984, cuyo objetivo era crear empleo, han fracasado, porque no lo han hecho y han generalizado la precariedad laboral».

Bajo estas premisas, Mariano Rajoy (PP) ha dado de plazo a CCOO, UGT y CEOE hasta la primera semana del próximo año para que acuerden una nueva reforma laboral que, a juicio de Dámaso Casado (UGT-Euskadi), supondrá «un nuevo recorte de las condiciones laborales». En esa misma tesitura se encuentran ELA y LAB, que no han aceptado las reformas laborales que se han impuesto a la sociedad vasca desde Madrid.

Más precariedad

Con datos comparados de Hego Euskal Herria al mes de noviembre, se confirma que desde 2007 a 2011 se ha duplicado el número de desempleados. Se ha pasado de 95.200 a 190.813 desempleados en Araba, Bizkaia, Gipuzkoa y Nafarroa.

Sin embargo, en ese plazo, los contratos de trabajo firmados se han reducido en un 16,45%, según los datos oficiales del Servicio Estatal de Empleo. De más de 1,04 millones de contratos antes de la crisis, se ha bajado a 871.756 contratos desde noviembre de 2007. En este caso, destaca que entonces el 9,3% de los contratos tuvieron un carácter indefinido y, ahora, según los datos acumulados del pasado mes, los contratos fijos firmados se quedan en un 6,2%. La temporalidad en las contrataciones subió al 93,72%, de media.

Según los datos que aporta UGT, la tasa de temporalidad ha crecido algo más de un punto en el mercado laboral vasco, hasta situarse en el 22,9% en la CAV y el 26% en Nafarroa. En el sector público vasco, destaca que la tasa de temporalidad se encuentra entre un 27,4% de Nafarroa y del 28,2% de la CAV, entre cinco y siete puntos más alta que en el sector primado.

Como reconoce el informe de UGT sobre el mercado laboral, se produjo «un espejismo» con el Acuerdo para la mejora del Crecimiento y el Empleo en 2006, cuando se potenció la creación de empleo fijo debido a unas compensaciones económicas que en el conjunto del Estado español supusieron alrededor de 4.000 millones en bonificaciones a los empresarios por firmar contratos fijos desde julio a diciembre de ese año. Sin embargo, ese efecto apenas redujo durante unos meses la temporalidad por debajo del 90% para volver a niveles anteriores en un año y medio. De hecho, en los catorce últimos años de elevado crecimiento económico hasta el 2007, los contratos fijos nunca sobrepasaron la tasa del 10%.

Los empresarios formalizaron 97.983 contratos fijos hasta noviembre de 2007 y este año se han quedado en 54.710 contratos indefinidos, es decir una caída del 44,1%. Todos estos datos conducen, a la vez, a otra conclusión, como reconoce UGT en el informe del tercer trimestre de 2011, «los resultados desde 2008 hasta el 2011 reflejan, sobre todo, el descenso del número de asalariados y el aumento del desempleo».

En cambio, esta solución aplicada al mercado laboral no sólo ha generado más desempleo, sino que «ha abaratado» el coste salarial en las empresas, porque «se está cambiando empleo fijo y con derechos, por empleo temporal y precario». La realidad en este caso demuestra que el 58% de los trabajadores, en este momento, es mileurista.

La reforma que ha transmitido Mariano Rajoy a sindicatos y patronal busca permitir la flexibilidad interna para que cualquier trabajador pueda desempeñar una tarea; pretende simplificar los contratos y que en caso de despido improcedente no tengan un coste superior a los 33 días; que las empresas puedan descolgarse de los convenios colectivos; dar un papel preponderante a las ETT, porque generan empleo temporal, lo que permite maquillar las estadísticas de desempleo. Por último, pide potenciar los contratos en formación y de aprendiz que, según CNT, «generará una precarización sin precedentes por 426 euros al mes».