Si hace escasos diez días era Gernika la que acogía una multitudinaria manifestación contra el cierre de la maderera Inama de Muxika, de la que dependen 160 puestos de trabajo directos y otros 600 indirectos, ayer la protesta se trasladó a Lekeitio, donde la empresa Maderas de Lekeitio ha presentado un ERE que supondría el despido de 22 trabajadores

Sus trabajadores se manifestaron frente a las instalaciones de la empresa para exigir que se mantengan los puestos de trabajo, acto en el que contaron con el apoyo de otros trabajadores y de los miembros del sindicato LAB Jabi Amorrortu, responsable nacional del sector, y Jon Iñaki Alkorta, responsable comarcal.

Los representantes de LAB denunciaron que Maderas de Lekeitio se encamina hacia su cierre, previsto para el día 31 de diciembre, tras recibir la autorización de la administración laboral y «después de más de 40 años de trabajo». Recordaron que la edad media de los trabajadores es de 54 años y que todos ellos irán al paro «con una pírrica indemnización, sin futuro y con un poder adquisitivo destrozado de cara a la jubilación, después de estar 30 años trabajando en la empresa».

Amorrortu y Alkorta hicieron un repaso de la situación que atraviesa el sector en Bizkaia y recordaron que en los últimos años han desaparecido «decenas de aserraderos», a lo que ahora se suman los anuncios de cierre de Muxika y Lekeitio.

A su juicio, resulta inconcebible que este deterioro industrial se produzca en un territorio como Bizkaia, donde su superficie arbolada ocupa el 60% de su suelo y más del 70% de ella lo constituye una especie dirigida a su transformación industrial, como es el pino.

Señalaron que esto se debe a la ausencia de una política económica unida a la forestal, «una política de sostenibilidad que equilibre montes con industria maderera», ya que hasta ahora «lo único que ha primado ha sido la especulación».

Por ello, exigieron a las instituciones públicas «una inmediata reconducción del sector maderero», al considerar que en el territorio «hay mucha materia prima para ponerla al servicio de un sector» que, añadieron, dispone de maquinaria y mano de obra suficiente para seguir trabajando. «Es hora de decir basta a tanta barbarie económica», subrayaron.