Ángel Robles Maldonado, de 64 años, ex trabajador de Victorio Luzuriaga (actualmente propiedad de Fagor Ederlan), falleció el domingo por la noche en su vivienda de Errenteria afectado por un cáncer por amianto.

Robles fue entrevistado hace poco más de una semana por GARA. En fase terminal y con un hilo de voz, denunció que en su antigua empresa nadie les previno de la peligrosidad del mineral.

Su mujer explicó que su marido había trabajado 45 años y que, tras la prejubilación, esperaban «poder disfrutar de la vida», pero que la enfermedad se lo ha impedido.

Con ésta suman ya 14 las muertes derivadas del contacto con el amianto en lo que va de año. La Asociación de Víctimas del Amianto de Euskadi (Asviamie) contabilizó 12 muertes en 2008; 18 en 2009 y 24 en 2010.

Cromo, níquel y zinc

CCOO alertó ayer del «grave riesgo» de contraer cáncer que tienen quienes hayan tratado superficies con baños de cromado, níquel o zinc, después de que Osalan haya reconocido el contacto con estos materiales como posible origen del cáncer de pulmón de un ex empleado de Zincados y Derivados de Astigarraga (Gipuzkoa).