Putin desciende en votos y en credibilidad, pero mantiene la mayoría absoluta y el poder
La pérdida de la mayoría de dos tercios de Rusia Unida, partido gobernante, se puede entender como un castigo al Kremlin, especialmente en las regiones alejadas de Moscú. Un castigo que sería mayor a tenor de las numerosas denuncias internas y externas que ponen en duda la limpieza de los comicios, un fraude que según los comunistas llegaría hasta un 15% de los votos, y que según la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE), hubo irregularidades como el rellenado de urnas. Tampoco ayuda a la credibilidad del primer ministro, Vladimir Putin, el hecho de que prácticamente se haya asegurado la posibilidad de volver al Kremlin a propuesta del actual presidente ruso, Dimitri Medvedev, a cambio de apoyar a éste para que ocupe el cargo de primer ministro. En cualquier caso, los 77 diputados y 14 puntos perdidos por Rusia Unida y el aumento de escaños de otros partidos, especialmente el comunista, no han supuesto la pérdida de la mayoría absoluta de ese partido y, a la vista de la débil oposición de los demás partidos hasta la fecha, no parece muy probable que el Kremlin vaya a pasar grandes apuros.