La prensa de la derechona vuelve a la carga y «desvela» nuevos y turbios planes de la perversa izquierda abertzale.

Uno de ellos, el que «Abc» aseguraba ayer en su primera página que diseña Batasuna para acabar con la hegemonía del PNV. El PSOE y el PP también intentaron acabar con la hegemonía del PNV, lo que seguro que a «Abc» le pareció muy bien. Claro que lo de Batasuna, según ese diario, es lo que «ETA ordenó a la formación proetarra», y se trata de «un `plan trampa' encaminado a que los nacionalistas vascos tuvieran `una débil y escasa capacidad' de maniobra en las instituciones». Aunque el «descubrimiento» de esta trampa (ese asunto en su momento daba risa y ahora simplemente aburre) tiene que ser algo muy serio, pues el de Vocento le dedica su editorial, que titula «La trampa de Amaiur al PNV» y asegura que el «entramado proetarra se propone alcanzar la hegemonía nacionalista. Para conseguir este objetivo, la izquierda filoetarra va a tentar al PNV con propuestas que difícilmente podrá asumir». Servidora creía que las fuerzas políticas están para proponer programas a los ciudadanos y también a otras fuerzas cuando lo consideran oportuno. Pero fíjense sin son malos estos abertzales, que van a «tentar al PNV con propuestas que difícilmente podrá asumir el partido liderado por Íñigo Urkullu». Sin embargo, «Este es un político nacionalista que no desdeña una buena relación con el Partido Popular y que prevé, como otros dirigentes de su formación, que la dialéctica política en el País Vasco cambie su eje para pasar del enfrentamiento entre nacionalistas y no nacionalistas a la confrontación entre izquierda y derecha».

Y miren por dónde, Isabel San Sebastián, que en el mismo medio se ponía trágica hablando de Eguiguren y su partido, culpables de la hecatombe que supondría para San Sebastián que el independentismo de izquierdas ganara las elecciones autonómicas, algo que en cualquier caso sería consecuencia de los votos de los ciudadanos, daba por seguro que el independentismo de izquierda ganará en Gipuzkoa, será segunda fuerza en Bizkaia y en Araba, «única circunscripción en la que el PP mantiene una presencia significativa, podría vencer también», atención, «salvo que todo el electorado de la derecha opte por respaldar a los de Urkullu a guisa de `voto útil». Ya ven, le avisan a Urkullu de la «trampa» y se muestran dispuestos a sacrificarse. Son todo generosidad.