Al menos 10 personas murieron y otras 30 resultaron heridas en la explosión de tres bombas que tenían por objetivo a peregrinos chiíes en Bagdad. Ataques similares ocurrieron en Hilla y Latifiya, arrojando un balance provisional de 20 muertos. Los peregrinos celebraban la festividad chií de la Ashura.

Por otra parte, el grupo armado Al Nakshabandia, una formación islamista suní afín al partido Baaz del derrocado Saddam Hussein, expresó su intención de seguir con la lucha armada y fijó como objetivo al personal de EEUU. «Las fuerzas enemigas siguen en las bases de las que dicen haberse retirado y en su embajada bajo el nombre de empresas de seguridad, instructores o fuerzas para la protección del espacio aéreo», denunció un portavoz del grupo.