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Crítica | Jazz

Un cuarteto de aúpa

Javier ASPIAZU

Entusiastas, virtuosos de su instrumento, jóvenes y llenos de energía, los miembros del grupo de cuerda Aupa Quartet, integrado por dos músicos cubanos, un madrileño y un vasco, se han lanzado desde el año 2009 a una singular aventura, la de aparcar la música clásica (aunque el suyo es el clásico cuarteto de cuerda: dos violines, viola y violonchelo) y explorar géneros musicales más cercanos a la sensibilidad contemporánea.

Su festivo concierto se movió entre el folk (música cubana sobre todo, pero también bretona o vasca y temas propios), el funky o el pop-rock. Un repertorio perfectamente rodado, no hubo ni asomo de partituras, interpretado con arreglos originales y buenas dosis de improvisación. Eso, más la perfecta interacción entre los miembros del grupo y la capacidad para superar los referentes sorprendiendo cada noche a un público encantado (como el del BJC, donde los puristas solo pudieron alegar la falta de standards: temas reconocibles de la tradición jazzística) les hace magníficos representantes de una forma de concebir el jazz en viva fusión con toda la música circundante.

La escuela cubana brilló a gran altura con el espectacular chelista Martín Meléndez, quien aportó el ritmo a la formación, con garbo, garra y seguridad abrumadoras. Auxiliado en esta labor por el viola madrileño Felipe Escalada, más discreto, pero igualmente seguro y sorprendente. El otro cubano, Ramsés Puente, al violín, estuvo espléndido dibujando melodías fulgurantes en compañía de Asier Suberbiola, talentoso violinista lasartearra que puso la nota local, con excelente humor, en este concierto, tan inusual como gozoso.

Ficha:
Grupo: Aupa Quartet.
Lugar y fecha: Bilbaína Jazz Club, Bilbo, 7-12-2011.

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