Van Rompuy anunció ayer que la UE ha decidido posponer hasta febrero una decisión sobre el reconocimiento a Serbia del estatus de candidata a la adhesión. «Serbia ha hecho progresos considerables, y ha dado un gran paso para que los criminales de guerra más buscados sean llevados ante la justicia», destacó en referencia a la reciente entrega por parte de Belgrado de los últimos prófugos Ratko Mladic y Goran Hadjic.

El presidente del Consejo destacó asimismo «los primeros resultados» en el diálogo entre Serbia y Kosovo pero la UE quiere «progresos suplementarios» en las negociaciones bilaterales. Concretamente, le exige la puesta en marcha del acuerdo de cogestión de los pasos fronterizos -alcanzado hace escasos días tras una crisis que derivó en enfrentamientos entre la minoría serbia del norte de Kosovo y la fuerza de la OTAN (KFOR)- y que Belgrado retire su veto a la representación del nuevo Estado balcánico en las conferencias y reuniones regionales. Serbia rechaza que Kosovo tenga plena representación como Estado en estos foros, para lo que cuenta con el no reconocimiento de cinco estados de la UE, entre ellos el español.

El Estado francés, que sí ha reconocido a Kosovo, trató hasta el último momento que Serbia recibiera ayer el estatus de candidata. No lo logró ante la negativa cerrada de Alemania, lo que podría explicar el plantón-rabieta de Sarkozy a la cita en torno a Croacia. Por contra, y en una nueva muestra de quién manda realmente en la UE, Alemania fue desde el inicio la gran valedora de la independencia de los croatas, que históricamente siempre han vivido -y seguirán- en la órbita germana.

La decisión de la UE de posponer en dos o tres escasos meses su decisión sobre Serbia obedece a un objetivo claro. Y es que, tal y como recordó la víspera el presidente serbio, Boris Tadic, Serbia celebra elecciones legislativas en primavera y el desbloqueo por parte de Bruselas del dossier sería un buen revulsivo para la campaña electoral en la dura pugna entre el gobierno pro-occidental y la coalición panserbia y contraria a la UE.

En un intento de minimizar la decepción de Belgrado, la UE decidió posponer hasta junio de 2012 el inicio de las negociaciones de adhesión con Montenegro. Candidata desde el año pasado, Podgorica deberá seguir «haciendo progresos»-