Martxelo Díaz Periodista
Los dos «apartheids» se unen
Una delegación del Gobierno de Lakua, de la Comisión de Industria del Parlamento de Gasteiz y de la SPRI acaba de realizar una visita oficial a Israel. En su agenda, destacaban los encuentros que iban a mantener en varias universidades y responsables del I+D+I israelí.
Seguramente, los responsables de las tres instituciones justificarán el viaje en la necesidad de abrir nuevos mercados y en la conveniencia de aprender de una potencia en I+D+I como Israel. Muy loable, especialmente en tiempos de crisis.
Sin embargo, el asunto empieza a apestar cuando se tiene en cuenta que una buena parte del I+D+I corresponde a la industria militar. Es decir, que investigan cómo matar mejor, y más barato, a los palestinos que padecen la ocupación sionista.
Es curioso que ese mismo Parlamento de Gasteiz no haya tenido problemas para admitir en su recinto a personalidades palestinas como Ismat Shaksir, Raji Sourani, Hind Awad o al israelí Sergio Yahni, que han denunciado cuál es la situación a la que el Estado sionista somete al pueblo palestino y han defendido la necesidad del boicot internacional a Israel para obligarle a respetar los derechos humanos básicos. Incluso una delegación de ese mismo Parlamento vio en julio cómo le impedían entrar en Gaza. Entonces, electos del PNV, PP, PSE y Aralar reclamaron el fin del bloqueo a Gaza. Será que la Comisión de Derechos Humanos y la de Industria tienen criterios diferentes. O que con las cosas de comer no se juega y una cosa es defender los derechos del pueblo palestino con la boca pequeña y otra hacer negocios con el Estado que los conculca.
Los palestinos han rescatado el término apartheid para definir la situación de exclusión que padecen. Curiosamente, el mismo término también se emplea en Euskal Herria. Un gobierno formado gracias a la marginación de una parte de su sociedad visita a otro que actúa de la misma manera al margen de la legalidad internacional. Más les valdría a Lakua y a Israel respetar los derechos de los vascos y los palestinos. Es mucho mejor negocio. Y más limpio.