Tras la Conferencia Internacional de Donostia
Los líderes de Aiete crearán un comité ante el bloqueo estatal
El Grupo Internacional de Contacto anuncia esta iniciativa destinada a «mantener el impulso alcanzado durante e inmediatamente después de la Conferencia Internacional», tras constatar que «ni el gobierno español ni el francés han respondido positivamente a la declaración de ETA»
Iñaki IRIONDO | GASTEIZ
El nuevo presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, tomará posesión de su cargo la próxima semana sabiendo que los líderes internacionales implicados en la resolución del conflicto de Euskal Herria, no sólo siguen con atención lo que aquí ocurre, sino que están poniendo en marcha los mecanismos para intentar que se lleven adelante las recomendaciones acordadas en la Declaración de Aiete, entre ellas las de que los gobiernos inicien conversaciones con ETA para tratar de «las consecuencias del conflicto» y la de que se den pasos para avanzar en la reconciliación.
El pasado 17 de octubre, Kofi Annan, Jonathan Powell, Gerry Adams, Bertie Ahern, Gro Harlem Brundtland y Pierre Joxe hicieron pública una declaración tras la Conferencia Internacional de Aiete, en la que ya daban cuenta de su disposición «a organizar un comité de seguimiento» de las recomendaciones expuestas en su texto.
Evaluación desde Londres
El Grupo Internacional de Contacto ha decidido ahora dar continuidad «al impulso» que tomó el proceso tras la conferencia y «colaborar con los líderes internacionales para establecer los pasos para la formación de su comité para dar seguimiento a las recomendaciones que figuran en la declaración».
Por medio de una nota de prensa, el GIC anunció ayer que el pasado 6 de diciembre celebró una reunión en Londres para continuar con su «labor de promover, facilitar y agilizar la resolución del conflicto» en Euskal Herria.
En dicho encuentro, sus integrantes (Brian Currin, Silvia Casale, Pierre Hazan, Ray Kendall, Nuala O'Loan y Alberto Spektorowski) hicieron una evaluación de los acontecimientos relacionados con la resolución del proceso que se han producido desde la Conferencia de Aiete.
En primer lugar dejan constancia de la declaración de ETA de cese permanente de su actividad armada en los días inmediatamente posteriores a la conferencia, lo que cumple con la premisa inicial solicitada en la Declaración de Aiete.
Por contra, los integrantes del GIC constatan el incumplimiento del segundo punto de la declaración, puesto que «ni el Gobierno español ni el francés han respondido positivamente a la declaración de ETA» y «las conversaciones para abordar exclusivamente las consecuencias de la violencia no han tenido lugar».
En cualquier caso, la nota del Grupo Internacional de Contacto llama la atención también sobre «el reconocimiento por parte de Mariano Rajoy de la declaración de ETA como `un paso importante'»; y sobre «la declaración del presidente de la Comisión Europea elogiando la declaración de ETA como `un momento verdaderamente histórico'».
Junto a todo ello, los integrantes del GIC sostienen que los resultados de las recientes elecciones son una «evidencia» de que «sólo los procesos democráticos funcionan».
Esfuerzo sostenido
Teniendo en cuenta estos puntos, el GIC «considera que el impulso alcanzado durante e inmediatamente después de la Conferencia Internacional debe ser mantenido» y, por lo tanto, pone en marcha la colaboración con los líderes que firmaron la Declaración de Aiete «para establecer los pasos para la formación de su comité para dar seguimiento a las recomendaciones».
El GIC asegura que «seguirá observando la evolución de la situación y está dispuesto a apoyar y promover medidas que fomenten la confianza de la opinión pública, incluido el diálogo con la sociedad civil y con todos los partidos políticos».
«Perspectiva de las víctimas»
En su nota, el Grupo Internacional de Contacto sostiene que «sigue siendo una preocupación primordial» el «abordar y reconocer el pasado mediante la comprensión de la perspectiva de las víctimas sigue siendo una preocupación primordial».
El GIC anuncia también que se «esforzará para apoyar y facilitar las iniciativas destinadas a humanizar la situación actual y la promoción de una hoja de ruta con la cual las personas involucradas en el conflicto del País Vasco puedan resolver sus diferencias».
La Declaración de Aiete ya contemplaba la «facilitación» internacional de los diálogos entre las «partes involucradas».