El Grupo Internacional de Contacto (GIC), tras reunirse el pasado día 6 en Londres, anunció ayer que colaborará con los líderes internacionales que participaron en la Conferencia de Aiete para formar un comité que de seguimiento a las recomendaciones que figuran en la declaración acordada en Donostia. Esta medida tiene como objetivo, según explicaron desde el GIC, mantener el impulso alcanzado con aquella cita internacional, y llega tras constatar que ni el Estado español ni el francés han respondido positivamente a la declaración de cese definitivo de la actividad armada de ETA, hace casi dos meses.

Esta organización apenas tardó unos días en dar respuesta a lo que le demandó el grupo encabezado por el exsecretario general de la ONU, Kofi Annan, y lo hizo en los términos en los que se le pedía, lo que suscitó un gran optimismo tanto en Euskal Herria como más allá de nuestras fronteras. La confirmación de que se abría un nuevo tiempo y la posibilidad de encauzar el conflicto en parámetros resolutivos fueron recibidas con esperanza. Sin embargo, en este tiempo Madrid y París han hecho oídos sordos a lo que se les reclamaba en aquella hoja de ruta, y han mantenido la misma política represiva y obstaculizadora. Las detenciones realizadas esta misma semana en Ipar Euskal Herria y la falta de avances en temas como el de los presos o la vulneración de los derechos políticos son ejemplo de ello.

El compromiso que desde el ámbito internacional tantos agentes están mostrando respecto a la situación política de este país, y el trabajo que están realizando, es una gran noticia para quienes buscan una solución democrática al conflicto. Si los Gobiernos español y francés no quieren sentirse concernidos por la Declaración de Aiete ni quieren dar los pasos necesarios para alcanzar un nuevo escenario deben saber que serán interpelados no solo por la sociedad vasca, sino también por todos aquellos colectivos y personalidades que en todo el mundo se han implicado en el proceso.