El norte de México afronta la peor sequía de los últimos 70 años
El norte de México se enfrenta a la peor sequía de los últimos 70 años, que ha provocado ya la pérdida de casi un millón de hectáreas de cultivo y la muerte por falta de pastos y de agua de 50.000 reses. Los lugareños afirman que nunca han visto algo semejante en su vida.
GARA | MÉXICO D.F.
«Este año prácticamente no ha llovido», señaló Ernesto Ruíz, un agricultor del Estado de Chihuahua, al observar las nubes de polvo que se ciernen sobre sus plantaciones de maíz y sorgo. «Es triste ver la tierra en este lamentable estado», resaltó.
Chihuahua es, junto a los de Durango y Baja California, uno de los estados mexicanos más afectados, en los que se han registrado las precipitaciones más bajas desde 1941. Los estados de Coahuila, Nueva León, Aguascalientes y Guanajuato también están sufriendo las consecuencias de la falta de lluvia.
Según datos del Ministerio de Agricultura mexicano, se han perdido ya casi un millón de hectáreas de cultivo y 50.000 animales han muerto por la escasez de pastos y agua. 1,7 millones más están padeciendo, de una u otra forma, los estragos de la prolongada sequía.
Aunque el inicio del invierno ha traído consigo una considerable bajada de la temperatura, la lluvia aún no ha hecho acto de presencia.
«Nunca había visto algo así. En años anteriores, las precipitaciones fueron escasas, pero este año no ha llovido nada», remarcó Ruíz, que depende de las precipitaciones al carecer de sistema de riego.
Las propiedades que cuentan con sistemas propios de regadío tampoco están en mejor situación. Ever Mendoza explicó que el canal que habitualmente utilizaba para regar sus plantaciones de alfalfa se ha reducido a un pequeño arroyo de agua casi estancada. Añadió que las plantas sembradas hace un mes y medio son muy pequeñas en comparación con lo que se espera de una cosecha normal.
El Gobierno federal ha otorgado ayudas a más de 70.000 pequeños agricultores en todo el país. Afirma haber desembolsado más de 2,1 millones de pesos en conceptos de seguros y asistencia directa. Pero, para los agricultores la situación sigue siendo desesperada. «Si no hay agua, no hay producción».
En el Estado de Durango, la sequía ha afectado a la distribución de agua potable en casi 200 localidades.
La aparición del frío a finales de noviembre no ha paliado los efectos de la sequía. «El agua de la nieve, utilizada en los escasos cultivos que han logrado sobrevivir a la sequía, se está acabando», advirtió el gobernador Jorge Herrera, que emplazó al Gobierno federal a declarar el estado de emergencia.