Ninguna era demasiado bella, ninguna demasiado cara: las joyas de Elisabeth Taylor se convirtieron en las protagonistas de una tarde histórica en el mundo de las subastas de Nueva York, marcada por los records en los precios que se pagaron, que llegaron a ser diez veces superiores a los estimados inicialmente. En Christie's, y por teléfono, se pagaron auténticos dinerales por los diamentes, esmeraldas, zafiros y rubís de una de las últimas leyendas de la edad de oro de Hollywood. En casi cuatro horas se recaudaron 89 millones de euros por una colección que muchos calificaron como «la más bella colección de joyas puestas a la venta en un siglo»

La «Peregrina», una perla única y muy emblemática del siglo XVI hallada por un esclavo panameño que obtuvo con ella su libertad, se vendió por nueve millones de euros; todo un récord, ya que su precio de salida oscilaba entre 1,5 y 2,3 millones de euros. La perla logró un record histórico después de cuatro minutos y medio de apuestas. Finalmente, fue adquirida por un cliente, quien, al teléfono, logró aumentar las veinte ofertas que se incrementaban de millón en millón de dólares cada pocos segundos.

La perla fue un regalo de Richard Burton, al igual que el Taj Mahal, un rubí engarzado en un collar de oro que regaló a su mujer en su 40 cumpleaños. También batió records al venderse por 6,78 millones de euros, lo que provocó los aplausos de la sala. Es la joya más famosa de la actriz, un diamante de 33,19 quilates que llevaba todos los días.