SOS Racismo volvió a pedir ayer un fiscal especializado en delitos de discriminación y de odio, como existe en Catalunya, tras la agresión sufrida el pasado 25 de diciembre por el marroquí que devolvió los décimos de lotería extraviados, Abdellah El Mekaoui, y un amigo en un bar de Bilbo. Ambos presentaron una denuncia en el que acusaban a varios empleados de un bar de haberles negado la entrada al establecimiento y propinado una paliza al pedir ambos el libro de reclamaciones.

Tras mostrar su solidaridad con los agredidos, SOS Racismo denunció que sufrieron «una discriminación por su aspecto, de igual manera que la reciben las vascas que son negras o con rasgos diferentes a lo que establece la norma».

La ONG advirtió de que se trata de un problema «bastante habitual» que ocurre «en toda Bizkaia, pero también en otros lugares y Estados con mayor riqueza de apariencias externas. Luego lo importante son las medidas que implementamos para tratar de evitarlo».

Reprocharon además que las policías no cuentan con un protocolo para recoger las denuncias de discriminación.