Algo más que un partido, algo más que una fiesta. La de San Mamés es la cita del algo más. También los lugares comunes, cita ineludible, marco incomparable o ambiente inigualable, se quedan cortos para dibujar lo que supone el encuentro que enfrentará esta noche a Euskal Herria y Túnez (20.45).

Porque la Catedral será el escenario de un espectáculo futbolístico de primer nivel, pero también el foro en el que deportistas y aficionados vascos harán oir su voz una vez más para reivindicar la oficialidad de las selecciones deportivas. Un derecho largamente reclamado y que, sin embargo, se sigue negando, ante la pasividad de los estamentos que tienen la posibilidad real de avanzar, aunque sea lentamente, en ese camino. Es el motivo, de hecho, por el que el encuentro que habitualmente se disputa en estas fechas no se realizara durante dos años. El colectivo de futbolistas, hastiado por el inmovilismo de unas instituciones que se habían limitado precisamente a eso, a organizar un simple festejo navideño, se plantó. No varió la situación, y tampoco parece haberlo hecho en los doce últimos meses, pero hace un año los jugadores decidieron volver a vestirse de corto, conscientes de que la sociedad vasca demandaba, al menos, ese lugar de encuentro y con el objeto de «dejar claro que los futbolistas vascos estamos siempre dispuestos a defender nuestros colores, en el campo o en cualquier otro lugar».

Volverán a hacerlo esta noche, en un encuentro, como reconocía ayer Aritz Aduriz, «más que especial». «Siempre es algo más, es más especial que un simple partido de fútbol». Lo es para la afición, que «siempre se vuelca con nosotros en estos partidos. El ambiente en San Mamés siempre es buenísimo y esta vez no va a ser una excepción porque estoy seguro de que toda Euskal Herria se volverá a volcar con el equipo». Y, obviamente, también lo es para los jugadores. «Supone volver a casa, reunirse con los compañeros y, sobre todo, vivir un momento muy especial que afrontamos todos con mucha ilusión y muchas ganas. Porque jugar este partido es muy importante para seguir dandos pasos adelante».

Goles

Lo es más en el caso del delantero guipuzcoano, que el pasado año no obtuvo el permiso de su equipo para enfrentarse a Venezuela. El Valencia sí se lo ha concedido en esta ocasión y Aduriz se reconoce «muy agradecido. Hubo algunos problemas al principio -explicó-, pero se han portado muy bien y, aunque no se ha decidido hasta última hora, al final no ha habido problemas». Y para que la cita le resulte aún más especial, Aduriz tiene la posibilidad de convertirse en el máximo goleador de la selección -desde que renaciera en 1979-, un honor que ahora mismo está en manos de Julen Guerrero, con seis dianas, frente a las cinco del guipuzcoano.

Hay otra marca que el exjugador del Athletic sí tendrá que compartir desde hoy. Y es que Igor Gabilondo se vestirá por 12ª ocasión la elástica tricolor, igualando a Guerrero. El de Añorga es, evidentemente, el jugador más experimentado de entre los que han citado Mikel Etxarri y José Mari Amorrortu, aunque no anda demasiado lejos su excompañero Mikel Aranburu, que disputará su noveno encuentro con Euskal Herria. También repiten experiencia Gorka Iraizoz, Asier Riesgo, Andoni Iraola, Fernando Amorebieta, Mikel San José, Pantxi Sirieix, Mikel González, Xabi Alonso, Xabi Prieto, David Zurutuza, Ander Iturraspe, José Javier Barkero, Markel Susaeta e Imanol Agirretxe, además de Aritz Aduriz. Junto a ellos, el encuentro frente a Túnez supondrá el debut de Jon Aurtenetxe, Mikel Rico, Beñat Etxebarria, Carlos Martínez e Iñigo Martínez.

El ondarrutarra reconoce sentirse «emocionado», ante la posibilidad de protagonizar un encuentro que hasta ahora había vivido como espectador. «El año pasado también estuve en San Mamés -explicó- y lo vivimos muy intensamente y con mucha emoción». Una sensación que ahora espera multiplicar. «Estoy con muchísimas ganas. Es una experiencia que seguro que recordaré a lo largo de toda la vida», subrayó el defensa txuriurdin, que no descartó intentar marcar desde el centro del campo para celebrarlo.

Un admirador confeso de sus golazos, Xabi Alonso, fue ayer el único ausente en el entrenamiento que dirigieron Mikel Etxarri y José Mari Amorrortu. Sesión que, por cierto, también sirvió de ensayo para los aficionados, que acudieron a Lezama en número considerable y con ganas de trasladar el ambiente que se vivirá esta noche en San Mamés a las instalaciones rojiblancas. El centrocampista tolosarra, que ha vuelto a conseguir el permiso del Real Madrid para disputar el choque, aunque por tiempo limitado como sucediera el año pasado, se incorporará hoy al grupo, que quedó concentrado en un hotel bilbaino y volverá a trabajar esta mañana en Lezama.

Les tocará entonces hablar de Túnez, selección de la que Aduriz e Iñigo Martínez admitieron no conocer demasiado. «Aunque seguro que vienen a intentar ganar», advirtió el defensor ondarrutarra.

Físico y técnica

Algo que se desprende de las declaraciones de Sami Trabelsi, que igualmente trabajó con sus hombres en las instalaciones de Lezama. El seleccionador norteafricano aseguró que afrontan «con mucha concentración y ganas» el encuentro. Augura, de hecho, que se tratará de «un partido de mucho ritmo, lucha y disputa. Puedo asegurarlo, al menos por nuestra parte».

Aunque no será una cuestión exclusivamente física. Trabelsi, que ha tenido la posibilidad de visionar el encuentro que enfrentó a Euskal Herria y Estonia la pasada primavera, considera un equipo «con mucha calidad y talento en la ejecución técnica», al rival contra el que iniciarán la última etapa de preparación para la disputa de la Copa África, a la que Túnez llega tras haberse impuesto este mismo año en el Campeonato de África.

Algo tendrá, por tanto, un adversario frente al que Euskal Herria espera prolongar la racha que le ha pemitido enlazar seis encuentros en positivo, desde que en 2006 encajara su última derrota, a manos de Gales.