La renovación del colector del Urumea coincide con el desdoblamiento del «topo»
GARA | DONOSTIA
La demolición de la estación de bombeo de aguas residuales (EBAR) de Loiola se inició oficialmente ayer con un acto ante los medios de comunicación en el que tomaron parte la presidenta de la Mancomunidad de Aguas del Añarbe y concejala de Donostia, Nora Galparsoro, y el presidente de Añarbeko Urak SA, Enrique Noain.
La vieja estación de bombeo ha dado servicio durante décadas como punto relevante del colector del Urumea, que discurre por los barrios donostiarras de Txomin Enea y Loiola tras recoger las aguas residuales domésticas de Urnieta, Astigarraga y Hernani, además de las emitidas por las dos papeleras de esta última localidad. Tras la puesta en marcha del emisario terrestre de la papelera de Zikuñaga se evita también el riesgo de malos olores.
La demolición de la EBAR liberará un espacio de unos 1.200 metros cuadrados junto a la estación del «topo». Precisamente, en el acto de ayer también se visitaron los puentes sobre el Urumea que se van a demolir por las obras de Eusko Trenbide Sareak para desdoblar la línea ferroviaria, que incluyen la construcción de uno nuevo.