El Gobierno español, a través del Ministerio de Empleo y Seguridad Social dirigido por Fátima Báñez, comunicó ayer a los sindicatos su intención de congelar el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) para 2012 en los actuales 641,40 euros mensuales, a pesar de que recientemente los sindicatos UGT y CCOO solicitaron que se subiera. La propuesta del Ejecutivo de Mariano Rajoy será aprobada mañana, en el último Consejo de Ministros del año. Se trata de la primera congelación de esta renta desde el año 1966.

Precisamente, el pasado día 15 de diciembre UGT y CCOO enviaron una carta al entonces ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, para que el salario mínimo recuperara el poder adquisitivo perdido en 2010 y 2011 y lo mantuviera en 2012. Asimismo, las centrales recordaban en la misiva que el SMI debe alcanzar el 60% del salario medio neto de cada país, lo que equivaldría a unos 1.026,4 euros mensuales, tal y como recomienda la Carta Social Europea. El Gobierno respondió ayer dicha misiva con otra carta informando sobre la decisión de congelar el SMI a causa de la «coyuntura económica en general».

Tras subir un 1,3% en 2011, el SMI quedó fijado en 21,38 euros al día; 641,40 euros al mes y en el computo anual en ningún caso por debajo de los 8.979,60 euros. Para los trabajadores eventuales y temporeros cuyos servicios en la misma empresa no excedan de 120 días, el salario mínimo se situó en 30,39 euros por jornada. En el caso de las trabajadoras del hogar, la cuantía establecida era de 5,02 euros por hora trabajada.

Según indicaron los sindicatos en la carta, el SMI ha perdido poder real de compra debido al «fuerte aumento» del IPC y el «moderado incremento nominal» de este suelo salarial. Así, mientras entre 2001 y 2009 el SMI no subió menos de un 4%, en 2010 y 2011 solo experimento subidas del 1,5% y del 1,3% respectivamente. Como consecuencia se ha dado un retroceso real del poder de compra del 0,3% en 2010 y del 2% en 2011. De este modo, el SMI español es uno de los más bajos de los países de la UE-15 que lo tienen establecido en su ordenamiento jurídico, situándose solo por encima de Portugal.

Recabando rechazos

Por el momento, la decisión del Gobierno español de congelar el Salario Mínimo Interprofesional no está recibiendo respuestas aprobatorias. En este sentido, el anterior ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, tildó la decisión del PP de «injusta» y «regresiva», al tiempo que afirmó que «su cuantía no es, ni mucho menos, excesiva» y añadió que hay margen «suficiente» para aumentarlo «progresivamente y con moderación».

Tras conocer la respuesta del Ejecutivo de Rajoy a su petición de aumentar el SMI, los sindicatos UGT y CCOO no tardaron en dar a conocer su oposición a la congelación. Ambas centrales rechazaron dicha medida pues, según explicaron, supone una nueva caída real del salario y una mayor pérdida de su capacidad de compra, ya que los precios subirán un 1,6%.

Entre tanto, la negociación sobre la reforma laboral que Rajoy pretende aprobar en marzo también ha evidenciado las posturas contrarias a la congelación salarial tanto de la patronal como de los sindicatos, si bien siguen lejos del acuerdo. Según fuentes próximas a la negociación, UGT y CCOO piden un aumento salarial de al menos un 1% mientras la CEOE plantea «un crecimiento extremadamente moderado», sin llegar a hablar de congelación. Asimismo, los sindicatos rechazan la propuesta de la patronal de desindexar salarios y vincularlos a la flexibilidad. Mientras, uno de los puntos más cercanos al acuerdo es el de la reorganización de los festivos.