Los trabajadores de Metro Bilbao se concentraron nuevamente ayer ante las oficinas principales de la empresa. Allí, el presidente del comité, Rafa Valencia, explicó que ya han entregado al nuevo presidente de la compañía, Txema Oleaga, su informe sobre los puntos a resolver para dar salida al conflicto.

La plantilla mantiene su escepticismo, ya que «la anterior presidenta también nos habló de buenas palabras y estamos en un conflicto todavía abierto. Tiene que haber hechos, pasos adelante».

Hoy se reunirá el consejo de administración, que tendrá sobre la mesa la posible congelación retroactiva de los salarios. En opinión de Valencia, no es una casualidad que este tema salga ahora a la palestra.

Preguntado por las declaraciones de diferentes representantes políticos, el presidente del comité pidió que no hablen más sobre el tema porque «no está haciendo ningún favor a su resolución».

«No vamos a valorar esa gestión, pero es de sobra conocido el tiempo que llevamos de movilizaciones y lógicamente no es porque tengamos una visión excesivamente buena sobre esta gestión», apuntó. La próxima movilización será un paro de tres horas el día 5 de enero, víspera de Reyes.

Por su parte, Txema Oleaga mantuvo su tono conciliador y consideró que «estamos en el camino de llegar a un entendimiento y a un acuerdo». El presidente de Metro Bilbao también se refirió a la congelación de los salarios para remarcar que «es un tema que no tiene que ver con el conflicto» abierto desde hace meses, sino con decisiones que «están adoptando la Unión Europea y los Gobiernos centrales».