El Consejo de Administración de Kutxabank podría nacer hoy cojo en caso de confirmarse la falta de acuerdo entre las formaciones políticas respecto al reparto de asientos. La pasada medianoche el PNV se mantenía encastillado en su posición de contar con mayoría absoluta merced a la presencia de diez nombres de su elección, entre ellos el presidente y su voto de calidad en caso de empate.

La propuesta jeltzale repartía las diez plazas restantes en cuatro para Bildu, tres para el PSE y otras tres para el PP. Esta última formación estaba de acuerdo, pero no así las dos restantes.

Según indicaron a GARA fuentes cercanas a las negociaciones, el PSE puso sobre la mesa una fórmula alternativa que tendría el visto bueno de la coalición soberanista. Como primer paso, esta propuesta otorgaría nueve consejeros al PNV, cinco a Bildu, tres al PSE y otros tres al PP. Posteriormente, previa modificación de los Estatutos, se ampliaría el Consejo de Administración a veintidós miembros, uno más para el PNV -que sumaría los diez que pretende- y otro para el PSE, que sumaría cuatro.

Pero a todas luces las diferencias no radican en el número de consejeros, sino en su porcentaje. El PNV argumenta que se debe dotar a Kutxabank de una «estabilidad» que sólo se lograría con una mayoría sólida garantizada, la suya.

Según indicó la agencia Europa Press, el PNV habría presentado por la tarde una contraoferta y se habría declarado abierto a otras alternativas, aunque no se concretaban números. Las informaciones recabadas por este diario negaban la existencia de una nueva propuesta y atribuían la filtración de la noticia a un intento jeltzale de trasladar ante la opinión pública una inexistente voluntad de negociación.

Los consejos de administración de BBK, Kutxa y Caja Vital están convocados hoy para designar a sus representantes en Kutxabank. Son doce consejeros en el caso de la caja vizcaina -entre ellos el presidente Mario Fernández-, seis en el de la guipuzcoana y dos en el de la alavesa.

Cabe la posibilidad de que Bildu y el PSE no presenten nombres debido a la falta de acuerdo, con lo que el primer Consejo de Kutxabank nacería con tan sólo trece de sus veinte integrantes, los diez del PNV y los tres del PP.

La formación que preside Iñigo Urkullu consideró que su propuesta de reparto de consejeros en el nuevo banco es «lo suficientemente amplia para que todo el mundo pueda estar cómodo», y aseguró que «habrá un consejo compuesto para que Kutxabank pueda funcionar con absoluta normalidad, con o sin el acuerdo de Bildu y del PSE».

El papel del nuevo banco

En nombre de la coalición, Pello Urizar defendió que el Consejo de Administración de Kutxabank debe ser «plural, representando a las cuatro formaciones mayoritarias». Incluso mostró la disposición de Bildu a ceder alguno de los puestos que le corresponderían merced a su representación institucional mayoritaría en Gipuzkoa, siendo conscientes de que podrían aspirar a los seis consejeros nombrados por Kutxa.

No obstante, Urizar prefirió poner el acento en «valorar cuál es el papel que tiene que tener Kutxabank» y apuntó que no tiene que ser «un banco en la línea que conocemos» y que su función social debe ir «más allá de lo que conocemos como Obra Social».

Iñaki Arriola, secretario general del PSE de Gipuzkoa, reclamó que Kutxabank «refleje lo más claramente posible la pluralidad del país» y que «nadie tenga mayoría absoluta». «Todos deberíamos ser flexibles y tener cintura suficiente para, posiblemente no consiguiendo los objetivos máximos de representación, buscar un equilibrio que permitiese que todos estuvieramos mínimamente cómodos», manifestó.