La Corporación urduñarra cerró 2011 con la aprobación de nuevas tasas de abastecimiento de agua, basuras, alcantarillado y saneamiento, de acuerdo a una propuesta del grupo municipal de Bildu, que ostenta la Alcaldía, y que ha calificado las mismas de «más justas y progresivas».

La revisión de tasas que entrará próximamente en vigor se enmarca en las medidas en las que trabaja el equipo del alcalde Carlos Arranz para hacer frente a la delicada situación económica que atraviesa el Ayuntamiento, herencia de la gestión de anteriores corporaciones que ha elevado el endeudamiento de la Administración local a un montante de cerca de seis millones de euros [GARA publicó un reportaje sobre este tema el pasado 4 de diciembre].

La coalición subraya que los nuevos parámetros establecidos para la facturación de estas prestaciones municipales se han adecuado al consumo real y no en base a conceptos fijos. «Las familias que ahorren agua verán reducido considerablemente el importe de la factura, a diferencia de la anterior facturación, en la que el consumo apenas tenía peso real», explican al respecto.

Bildu destaca que los nuevos aranceles «se ajustan mejor a los costes que suponen los servicios generales al Ayuntamiento» y cita expresamente el caso de la recogida de basuras y alcantarillado.

Las nuevas tarifas suponen también «un avance notable en materia medioambiental» -comentaron fuentes del grupo municipal en un comunicado-, en el que destacan el esfuerzo realizado para corregir los índices en base a los que calcular el cobro.

Una de las novedades que introducen las nuevas tarifas tiene que ver con las viviendas cerradas, ya que «aunque estén dadas de baja en el servicio de agua, tendrán que abonar las tasas correspondientes a basura y alcantarillado». A este respecto, Bildu entiende que «es una medida necesaria» porque «darse de baja en el servicio de agua no debe eximir de contribuir a sufragar los gastos generales de recogida de residuos y alcantarillado público». Apuntan que esta iniciativa servirá para gravar segundas o terceras viviendas, e impulsar su salida al mercado.

El coste de mantener la EDAR

Por otra parte, los recibos incorporarán el nuevo concepto de saneamiento, cuyos ingresos se destinarán a sufragar el mantenimiento de la estación depuradora de aguas residuales (EDAR), que supone un gasto anual de 400.000 euros a las arcas municipales. Bildu apunta que, pese al importante coste, la puesta en marcha de la depuradora se notará en la recuperación del cauce y riberas del Nerbioi.

La coalición detalla que en este caso se ha realizado un estudio para que este concepto tenga el menor impacto en la factura de familias y comercios, aunque en algunos casos incremente la misma y sostiene que «la ciudadanía de Urduña debe ser consciente de que tiene la responsabilidad de gestionar los residuos que produce».